18/04/2024
01:53 AM

Inauguran moderno hospital para atención a niños quemados

  • 10 septiembre 2018 /

Se trata de un centro que aspira a convertirse en referente regional en el istmo centroamericano

Tegucigalpa, Honduras

Este lunes abrió sus puertas el primer Centro Hondureño para Niños Quemados (Ceniq), el cual operará contiguo al hospital María de Especialidades Pediátricas.

En la obra de 3,400 metros cuadrados se invirtieron 105 millones de lempiras y se adquirió equipo médico por 19.3 millones.

La construcción del centro de atención se llevó a cabo mediante dos etapas, la primera de la cuales comenzó en febrero 2016, mientras que la segunda en marzo de 2017.

El hospital cuenta con dos quirófanos, tres camas para la unidad de cuidados intensivos (UCI), cuatro camas de recuperación, 18 camas de hospitalización, un área de hidroterapia, área de ludoterapia, área de juegos y área administrativa.

Foto: La Prensa

El presidente Juan Orlando Hernández estuvo presente en la inauguración.
El nuevo centro especializado crea 90 nuevos empleos, entre estos cirujanos plásticos, anestesiólogos, cirujanos, pediatras, médicos generales, licenciadas en enfermería, auxiliares de enfermería, personal administrativo, de limpieza y de vigilancia.

Estadísticas

En Honduras se registran 370 ingresos de niños con quemaduras por año, se practican 20 cirugías por semana (960 por año).

Entre el 80 y 85% de los ingresos son por casos de quemaduras producidas por líquidos calientes; entre el 10 y el 15% por contacto directo con flama; el 1% por electricidad y el 1% por rayos.

Foto: La Prensa

Una de las modernas salas con las que cuenta el hospital.
El 80% de los niños permanece hospitalizado entre 2 y 3 semanas y el restante 20% son casos más severos que permanecen entre 1 y 2 meses. El costo diario de atención es de 21,000 lempiras por niño.

El hospital estará a cargo de Fundaniquem, organización sin fines de lucro destinada a la asistencia y prevención de niños hondureños con quemaduras severas.

La organización enfoca su labor práctica hacia un trabajo de desarrollo comunitario, centrado en la atención y el cuidado especializado para la protección y salvaguardia del niño quemado en pro de su bienestar físico y mental.