19/04/2024
12:19 PM

Desde 2014, México también separa a menores migrantes que van a EEUU

En dos años son más de 60 mil niños que han estado en centros de detención en México. Unos 130,000 migrantes del Triángulo Norte, revela el informe, han solicitado asilo en 2018.

Tegucigalpa, Honduras.

Solos o acompañados, los menores siguen enfrentando el peligro en la ruta por llegar a Estados Unidos: o son víctimas de grupos delictivos, pueden ser separados de sus familias o deportados de vuelta a su país.

México también separa a los niños y adolescentes. Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revela que de enero a abril de 2018, unos 63,523 migrantes de Centroamérica, incluyendo más de 10 mil mujeres y niños, fueron expulsados de Estados Unidos y México, un aumento del 19.4% en comparación con el mismo período de 2017.

De igual manera, las solicitudes de asilo han aumentado, y de 55,814 que se reportaban a 2017, este año van más de 130 mil.

“Nos encontramos con una situación que no es nueva, pero que sigue cobrando decenas de víctimas. Son niños y niñas que, al ejercer su derecho a la migración, acaban siendo víctimas de ella porque no es una migración alegre, es una huida de la pobreza y la violencia”, revela Marita Perceval, directora regional de Unicef.

México separa

El informe “Desarraigados en Centroamérica y México”, elaborado por Unicef, señala que la práctica de separar a los menores de sus padres no ha sido exclusiva de Estados Unidos, México lleva dividiendo familias desde 2014.

“Son 68,409 niños migrantes que han sido detenidos en México entre 2016 y abril de 2018, el 91% de los que fueron deportados a Centroamérica. Esto lo hacen a pesar de haber firmado tratados internacionales de ayuda a niños migrantes y que dispone dar visa humanitaria para que puedan optar a quedarse”, detalla el documento.

En México, revela el informe, casi 60 mil niños migrantes estuvieron retenidos en centros de detención entre 2016 y 2017.

“Normalmente, a los niños de 12 años los llevan a una zona separada, incluso si van acompañados por sus familias, mientras que los niños más pequeños se quedan con sus madres. A los niños de estos centros de detención no se les permite salir para hacer uso de servicios básicos ni con fines de ocio, ni siquiera en casos largos de los procesos de determinación de su condición de migrantes o refugiados, los dejan detenidos durante semanas o meses”.

Como medida, Unicef, en el estado de Tabasco, México, establece un refugio de “puertas abiertas” para niños migrantes y refugiados. En este centro residencial, los niños reciben la asistencia psicosocial que necesitan, tienen acceso a servicios educativos y de salud y asesoría legal.