San Pedro Sula, Honduras
“Era mejor la Enee, esta empresa Energía Honduras lo mete a problemas a uno. Este problema lo causaron ellos por el descontrol que tienen con esos contadores, y no solo me meten a un problema, me hacen perder dos días de trabajo”, dijo. Mientras Ponce hacía una fila en el estacionamiento de
EEH, bajo el inclemente sol del mediodía, con él esperaban más de 20 personas, cada una con una historia y un problema diferente, pero todas con la misma crítica: “Esta empresa presta mal servicio y atiende mal a las personas”, se quejaron.
Otro usuario, a quien le cortaron la energía supuestamente por no pagar el consumo, relató que perdió mediodía de trabajo a causa de problemas en la facturación.“El mes anterior fui al banco a pagar, pero me dijeron que no me podía cobrar el saldo que aparecía en la factura, sino que solo el que estaba en el sistema.
Menos asustado que el día anterior, pero esta vez con una foto de su contador y dos claves, Geovanny Ponce llegó a la oficina de Empresa Energía Honduras (EEH) a demostrarle a esa compañía que le está cobrando una factura de consumo de electricidad de una persona que él jamás ha visto en su vida.
La semana anterior, empleados de EEH le dejaron una factura a Ponce registrada con el nombre de él, pero con la clave primaria (el número que identifica al contador) diferente al que posee el medidor que está instalado en su casa. “Yo no entiendo esta situación, ayer vine y tardé en la fila cuatro horas para entrar. Cuando llegué adonde la empleada (de EEH), ella me dijo que tenía que traer la foto del contador mío para comparar y demostrar que me están cobrando una factura que no es mía”, relató.
Ponce llegó el viernes por segunda vez a la oficina de EEH en el barrio Guamilito con dos claves y una foto para demostrar que esa empresa está errada en su facturación.
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Debido al aluvión de personas que recurren a esclarecer problemas o presentar quejas y reclamos, el espacio de la oficina de EEH (en la 4 calle, entre 3 y 4 avenida, de Guamilito) se vuelve insuficiente y la cantidad de asientos se queda corta, al extremo de que los encargados han colocado al menos tres líneas de sillas de plástico.
Dado que esa oficina es reducida, la mitad de las personas se ve obligada a esperar bajo el sol o el agua (cuando llueve) en el estacionamiento. Muchos que se molestan por el tiempo perdido se marchan antes de llegar a la puerta, observó un periodista de LA PRENSA.
“Yo vine ayer a perder el día, aquí son demasiado lentos para atender. Mi mamá ya acordó pagar una deuda, pero siempre llegan los de EEH a querer cortar la energía. Ahora ya llevó más de tres horas, voy a entrar y ojalá no me toque regresar”, dijo Graciela González.
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Mala atención por el espacio reducido. Usuarios consultados por La Prensa creen que la oficina de EEH en el barrio Guamilito es demasiado pequeña para atender a decenas de personas que llegan diariamente.
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Como solo me cobraron la mitad, aproximadamente, me confié, y resulta que ayer me cortaron la energía”, explicó.
Antes de llegar a la oficina de EEH, este consumidor relató que “todo esto es pérdida de tiempo y dinero por culpa de ellos”. “Antes tuve que ir a perder una hora para pagar en el banco y aquí hora y media, se me fue la mañana en esto”, comentó.
Marina Rivera, de 66 años, llegó con una fractura en su pie y, a pesar de su condición física, como muchas personas de la tercera edad esperó por varias horas para ser atendida.
Respuesta. Alejandra Rodríguez, vocera de la EEH, informó que los usuarios tienen varias alternativas para hacer sus trámites.
“Muchas gestiones se pueden hacer con tan solo llamar al 118, línea gratis. Son 14 diferentes gestiones comerciales que allí en el call center se pueden realizar; asimismo, se trabaja en horario corrido, se abre los sábados para ayudar a los ciudadanos”, aseguró la portavoz.
