Tegucigalpa, Honduras.
La desesperación y el caos se apoderó ayer de los conductores de vehículos particulares que quedaron parados en el anillo periférico, bulevares, así como salidas de la capital, ante el paro del transporte que les impidió a muchos llegar a sus trabajos y hogares.
Pero el precio del paro lo sufrieron también los niños que quedaron en los centros escolares esperando a sus padres, quienes por la obstrucción de las vías no pudieron llegar por sus hijos. Esto llenó de desesperación y angustia a los pequeños, quienes tuvieron que ser transportados por los maestros a casas cercanas de parientes para no dejarlos desprotegidos.
“Entendemos las peticiones del transporte, pero sin duda todos fuimos afectados por la medida que nos agarró desprevenidos. Los niños también sufrieron por el paro y ahora lo que haremos es no enviar a los niños a la escuela mientras no se defina el conflicto”, explicó Karla Mairena, madre de familia.
Larga espera
Alrededor de seis horas fueron las que los conductores de vehículos particulares destinaron para estar en medio de las filas de vehículos que se formaron a lo largo de las calles, esperando llegar a sus destinos. El desorden privó y cuando se supo que la dirigencia del transporte ordenaba suspender la toma, los conductores en la desesperación por salir formaron un bloqueo mayor al que ya se vivía. Faltó la coordinación de las autoridades de Tránsito para despejar cada sector que se convirtió en un verdadero caos vehicular llevando a que en varios de los puntos tomados destinaran de dos a tres horas para salir y llegar a sus hogares.
“Vivimos momentos difíciles. La situación se agudizó después de las cinco de la tarde cuando generalmente se dan las horas pico y las vías se congestionaron más con los empleados que también querían llegar a sus casas. Es una lección que aprendimos y no vamos a repetirla, porque anunciaron que las tomas seguirán”, dijo Carlos Velásquez, vecino de Tegucigalpa.
Para hoy los capitalinos tomarán las medidas necesarias para evitar el caos y angustia que vivieron en el primer día del paro anunciado por el transporte en el país.
La desesperación y el caos se apoderó ayer de los conductores de vehículos particulares que quedaron parados en el anillo periférico, bulevares, así como salidas de la capital, ante el paro del transporte que les impidió a muchos llegar a sus trabajos y hogares.
Pero el precio del paro lo sufrieron también los niños que quedaron en los centros escolares esperando a sus padres, quienes por la obstrucción de las vías no pudieron llegar por sus hijos. Esto llenó de desesperación y angustia a los pequeños, quienes tuvieron que ser transportados por los maestros a casas cercanas de parientes para no dejarlos desprotegidos.
“Entendemos las peticiones del transporte, pero sin duda todos fuimos afectados por la medida que nos agarró desprevenidos. Los niños también sufrieron por el paro y ahora lo que haremos es no enviar a los niños a la escuela mientras no se defina el conflicto”, explicó Karla Mairena, madre de familia.
Larga espera
Alrededor de seis horas fueron las que los conductores de vehículos particulares destinaron para estar en medio de las filas de vehículos que se formaron a lo largo de las calles, esperando llegar a sus destinos. El desorden privó y cuando se supo que la dirigencia del transporte ordenaba suspender la toma, los conductores en la desesperación por salir formaron un bloqueo mayor al que ya se vivía. Faltó la coordinación de las autoridades de Tránsito para despejar cada sector que se convirtió en un verdadero caos vehicular llevando a que en varios de los puntos tomados destinaran de dos a tres horas para salir y llegar a sus hogares.
“Vivimos momentos difíciles. La situación se agudizó después de las cinco de la tarde cuando generalmente se dan las horas pico y las vías se congestionaron más con los empleados que también querían llegar a sus casas. Es una lección que aprendimos y no vamos a repetirla, porque anunciaron que las tomas seguirán”, dijo Carlos Velásquez, vecino de Tegucigalpa.
Para hoy los capitalinos tomarán las medidas necesarias para evitar el caos y angustia que vivieron en el primer día del paro anunciado por el transporte en el país.
