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Caos nacional y vandalismo deja el paro de buses y taxis

  • 19 julio 2018 /

Pasajeros fueron bajados de taxis y buses amenazados con piedras.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Un caos a nivel nacional se vivió ayer por la toma masiva de calles y algunos actos vandálicos cometidos por transportistas que reclaman un aumento a la tarifa o rebaja de L23 a los combustibles.

    A las 8:00 am, cientos de taxis y buses se apostaron en salidas de urbes, calles, avenidas, intersecciones y otras vías para obstaculizar el paso de vehículos particulares. Como consecuencia, el traslado de mercancías sufrió paralización y miles de ciudadanos tuvieron problemas para llegar o salir de sus centros de trabajo o estudio.

    A Geovany Guzmán, un obrero del Sanaa, el paro lo hizo caminar 15 kilómetros para llegar desde el barrio El Bosque a su lugar de trabajo en el sector de La Cañada en la capital. “Esto es cansado, más de una hora caminando, pero tenía que llegar aunque sea a pie”, lamentó.

    Y es que las enormes filas de gente que iba y regresaba de su trabajo fue un paisaje común durante la tediosa jornada. La medida de presión se hizo luego de que fracasaran reuniones celebradas el martes y miércoles pasado entre autoridades del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT) y la dirigencia del transporte público para acordar una revisión a los pasajes.

    Un carro de Hondutel fue quemado por encapuchados frente a la Unah.
    Los transportistas solicitaron, como primera exigencia, que la tarifa del taxi se aumentara L5.00 a fin de que el costo final sea L18.00. Para el pasaje del bus urbano amarillo o grande se solicitó un incremento de L 6.70 para que su costo sea 10.70.

    El aumento pedido para el bus ejecutivo, o rapiditos como se conocen en la zona norte, era de L5.00, con lo que el pasaje sería de L16.00.

    Esta petición de ajustes fueron reiterados el martes pasado en la sesión que los transportistas tuvieron con funcionarios del IHTT, pero no hubo acuerdo.

    Pero el miércoles, la petición de los transportistas cambió, ya que desistieron del ajuste tarifario a cambio de que se aprobara una rebaja de L23 en el precio del galón de cada tipo de carburante.

    Esta última demanda también fue rechazada por el IHTT.

    También se enfrentaron con la Policía.
    Caos y vandalismo

    Durante la protesta se observaron actos vandálicos, como la quema de un auto de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, Hondutel, cerca de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), en la capital, por parte de encapuchados que manifestaron apoyar el reclamo de los transportistas.

    Elementos de la Policía Nacional lanzaron gas lacrimógeno a los vándalos para que desalojaran la calle frente a la Unah, pero estos les respondieron tirándoles piedras.

    La paciencia de algunos perjudicados por las tomas rebalsó, al extremo que un conductor embistió un taxi que obstaculizaba el paso en el bulevar Suyapa, en Tegucigalpa.

    Tras impactar, el chofer retrocedió y salió en veloz carrera para huir de una turba de taxistas que le tiraban palos.

    Estudiantes de escuelas y colegios de la jornada matutina fueron despachados antes del mediodía, y la Secretaría de Educación suspendió las jornadas vespertina y nocturna.

    La ciudadanía pagó la factura, pues los transportistas, además del paro, bloquearon las vías.
    Suspenden clases

    Este viernes también fueron suspendidas las clases, anunció la oficina de relaciones públicas de la Secretaría de Educación. La Unah adoptó la misma medida.

    Los choferes de buses escolares rogaban a taxistas para que los dejaran pasar por los puntos en donde tenían cruzados sus vehículos para ir adejar a los estudiantes a sus casas.

    A Concepción Ramos, un albañil de 52 años, el no poder llegar a su trabajo por falta de transporte le ocasionó una pérdida de L500.

    “En la chambita uno se hace hasta 500 lempiras dependiendo la obra, pero ya los perdí”, se lamentó.

    La intransigencia de los quejosos llegó a tal punto que obligaron a bajarse a pasajeros de buses que no fueron parte de la protesta en San Pedro Sula.

    Foto: La Prensa

    La ciudadanía pagó la factura, pues los transportistas, además del paro, bloquearon las vías. El resultado, largas caminatas ante el caos armado por los choferes en las principales ciudades del país.
    En un canal de televisión se observó cuando desalojaban de una unidad en San Pedro Sula a todos sus clientes, incluyendo una pareja de no videntes. La quema de llantas igualmente fue común en varias calles sampedranas, como el bulevar del norte.

    En Tegucigalpa se observó que ruleteros también bajaron a pasajeros de taxis al amenazarlos con tirar piedras a la unidad en la que se transportaban.

    Según el expresidente del Consejo Nacional del Transporte Jorge Lanza, en el paro participaron unas 100,000 unidades entre taxis, buses urbanos e interurbanos y mototaxis.

    Elementos de la Policía Nacional hicieron algunos desalojos de calles, pero la toma persistió.

    Mientras el paro se desarrollaba, a la 1:30 pm el ministro del Trabajo, Carlos Madero, inició una reunión con la dirigencia del transporte para negociar las demandas de los quejosos, por instrucción del presidente Juan Orlando Hernández, en la cual tampoco llegaron a un acuerdo.