19/04/2024
01:11 PM

Fundación Unidos por la Vida lucha por sobrevivir

La institución se ha sostenido con donaciones particulares y ayudas de organismos internacionales.

    San Pedro Sula, Honduras.

    La Fundación Unidos por la Vida, que enseña diferentes oficios a jóvenes de escasos recursos económicos, lucha por sobrevivir mientras espera el nombramiento de su director oficial.

    Desde el fallecimiento de René Corea, quien la sostenía con supremos esfuerzos, la institución está bajo la responsabilidad de Daniel Amaya como director interino.

    La fundación enseña a ser productivos a jóvenes que antes tenían en jaque a la sociedad con sus actos delictivos. Sin embargo, últimamente ese reclutamiento ha disminuido por la falta de fondos.

    Hasta las celdas del presidio sampedrano llegaba Corea y su esposa Alma Iris en busca de miembros de las maras 18 y MS, con el fin de persuadirlos para que cambiaran sus vidas.

    Muchos de estos jóvenes que tenían conflicto con la ley se rehabilitaron y aprendieron un oficio en la fundación cuyo presidente es monseñor Rómulo Emiliani quien se encuentra en Panamá.

    El propósito de la fundación es formar a los muchachos y muchachas retirados de las pandillas y en problemas con la ley mediante talleres de capacitación en los que aprenden panadería, repostería, peluquería, corte y confección y electricidad, entre otros oficios.

    Actualmente solamente se están brindando talleres de belleza, barbería y panadería, con la colaboración del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), dijo una de la instructoras, Elvia Martínez.

    La institución no excluye a nadie. En sus instalaciones se han graduado como estilistas y modistos, jóvenes de la comunidad gay con un alto estándar de calidad en la enseñanza.

    Las clases comenzaron en abril y terminarán en agosto, cuando dé inicio el nuevo periodo.

    Los requisitos para ser beneficiarios de estos cursos es tener entre 17 y 30 años de edad, ser persona de escasos recursos económicos y tener pasión por el oficio escogido, dijo la instructora. En el taller de peluquería, los modelos son personas que deambulan por las calles, quienes reciben el servicio gratuito de corte de cabello, de barba o ambos a la vez. También a los abuelitos del asilo de ancianos Perpetuo Socorro les quitan unos cuantos años a punta de tijeras en forma gratuita.

    La mayoría de jóvenes retirados de las maras que se han beneficiado con los talleres proceden de los bordos o cinturones de miseria y son contactados por medio de los patronatos y las iglesias.

    Por la falta de un presupuesto fijo y los convenios con instituciones internacionales que antes ayudaban, desaparecieron los talleres de corte y confección y electricidad que requieren de mayor apoyo logístico.

    Unidos por La Vida funciona en el edificio de la Fundación Sampedrana del Niño, ubicado en la 13 calle y primera avenida del sector suroeste, porque no tiene su propio local.