San Pedro Sula, Honduras.
La trocha nueva del segundo anillo, finalizada en marzo de 2016, ya presenta grietas y pequeños hoyos; las causas deben ser determinadas por un estudio, sugieren ingenieros consultados por LA PRENSA.
Por años, la trocha vieja del segundo anillo periférico ha sufrido graves daños por la gran cantidad de vehículos de carga que llevan sobrepeso, un problema que pudiese estar afectando también a la nueva trocha valorada en 22 millones de dólares (unos L520 millones).
La alcaldía recién invirtió más de dos millones de lempiras en la reparación de la trocha vieja; no obstante, esta ya presenta grietas que con el paso de los días se están extendiendo. Es decir, tanto la vieja como la nueva no están en optimas condiciones y son utilizadas por más de 70,000 vehículos diarios.
Edgardo Menéndez, dirigente del transporte de carga, dijo que es necesario que las autoridades controlen el sobrepeso de los camiones y rastras.
Se refirió a las básculas instaladas por el
Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) en algunas zonas del país, pero que no existen en San Pedro Sula, una ciudad por donde pasa más del 95% de la carga nacional e internacional.
Martín Mayorquín, presidente de la fundación para el Desarrollo del Valle de Sula y expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (CICH), reiteró que la solución definitiva es construir el libramiento vial. “La ruta seleccionada como la más apropiada es la que sale por Baracoa y llega hasta la finca La Cuarenta en El Progreso y luego toma la zona de La Barca”.
Detalló que actualmente con la falta de casetas de peaje no hay una fuente de repago y hay que analizar el alcance de la ruta.
Mayorquín explicó que aunque es un problema prioritario aún falta mucho para que el libramiento sea una realidad. Al consultarle a qué se debe que la trocha nueva ya presente daños y el bulevar del sur que recibe también una carga grande de vehículos no, dijo: “Las condiciones de los suelos son diferentes y los niveles freáticos son dañinos”.
Detalló que es necesario un estudio técnico que revele las causantes del deterioro que incluya el conteo del tráfico, medición de las cargas que llevan los camiones y el acuífero de Sunseri.
“Los suelos son bastante blandos, hay mucha saturación. Probablemente a estas alturas ya necesite algunas medidas de mitigación, en otros países se utilizan drenajes laterales para evitar que la humedad que produzca el subsuelo llegue a la zona alta”, pormenorizó.
De acuerdo con los estudios para el libramiento resultó que la carga máxima permisible debe ser de 45,000 a 50,000 libras máximo, pero actualmente se transporta el doble. José Francisco Saybe, gerente general de la Consultora Saybe y Asociados, manifestó que en el segundo anillo “hay mucha agua abajo y para los camiones pesados eso es muy difícil”, acotó. Saybe coincidió en que es necesario un estudio técnico en donde falló el pavimento y restituirlo. Compartió en que la empresa contratista está por reparar el daño en la nueva trocha.
La trocha nueva del segundo anillo, finalizada en marzo de 2016, ya presenta grietas y pequeños hoyos; las causas deben ser determinadas por un estudio, sugieren ingenieros consultados por LA PRENSA.
Por años, la trocha vieja del segundo anillo periférico ha sufrido graves daños por la gran cantidad de vehículos de carga que llevan sobrepeso, un problema que pudiese estar afectando también a la nueva trocha valorada en 22 millones de dólares (unos L520 millones).
La alcaldía recién invirtió más de dos millones de lempiras en la reparación de la trocha vieja; no obstante, esta ya presenta grietas que con el paso de los días se están extendiendo. Es decir, tanto la vieja como la nueva no están en optimas condiciones y son utilizadas por más de 70,000 vehículos diarios.
Edgardo Menéndez, dirigente del transporte de carga, dijo que es necesario que las autoridades controlen el sobrepeso de los camiones y rastras.
| A los conductores les causa asombro lo rápido que se deterioró.
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Martín Mayorquín, presidente de la fundación para el Desarrollo del Valle de Sula y expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (CICH), reiteró que la solución definitiva es construir el libramiento vial. “La ruta seleccionada como la más apropiada es la que sale por Baracoa y llega hasta la finca La Cuarenta en El Progreso y luego toma la zona de La Barca”.
Detalló que actualmente con la falta de casetas de peaje no hay una fuente de repago y hay que analizar el alcance de la ruta.
Mayorquín explicó que aunque es un problema prioritario aún falta mucho para que el libramiento sea una realidad. Al consultarle a qué se debe que la trocha nueva ya presente daños y el bulevar del sur que recibe también una carga grande de vehículos no, dijo: “Las condiciones de los suelos son diferentes y los niveles freáticos son dañinos”.
| La vieja trocha aunque fue reparada se está dañando.
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“Los suelos son bastante blandos, hay mucha saturación. Probablemente a estas alturas ya necesite algunas medidas de mitigación, en otros países se utilizan drenajes laterales para evitar que la humedad que produzca el subsuelo llegue a la zona alta”, pormenorizó.
De acuerdo con los estudios para el libramiento resultó que la carga máxima permisible debe ser de 45,000 a 50,000 libras máximo, pero actualmente se transporta el doble. José Francisco Saybe, gerente general de la Consultora Saybe y Asociados, manifestó que en el segundo anillo “hay mucha agua abajo y para los camiones pesados eso es muy difícil”, acotó. Saybe coincidió en que es necesario un estudio técnico en donde falló el pavimento y restituirlo. Compartió en que la empresa contratista está por reparar el daño en la nueva trocha.
