San Pedro Sula, Honduras.
Cada día alrededor de 300 hondureños migran hacia Estados Unidos con el deseo de lograr el sueño americano, pero ajenos a los daños psicológicos que esta peligrosa aventura les puede ocasionar, según Centro de Atención al Migrante Retornado ( CAMR).
Y es que esa travesía de cruzar la frontera hacia EEUU desencadena una variedad de problemas emocionales en los inmigrantes que pueden llevarlos hasta el suicidio.
“Muchos sufren violaciones, secuestros y trata de blancas, entre otras terribles situaciones que los marcan de por vida. Por lo que comienzan a guardar secretos tóxicos', dijo Rafael Mejía, psicólogo.
Lo anterior les hace pensar que no tienen valor, se vuelven irritables, tienen alteraciones de sueño, falta de apetito y episodios de depresión, entre otros. Esto termina desencadenando en suicidios.
Además, algunos al llegar a Estados Unidos se sienten desorientados porque han dejado atrás su hogar y se dan cuenta que las expectativas de lo que pensaban que encontrarían fueron demasiado altas, y la realidad es otra.
'Hay quienes pierden su identidad y desarrollan episodios depresivos, explica el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras del Valle de Sula ( Unah-Vs)
“Aproximadamente, al año y medio de llegar a EEUU los inmigrantes desarrollan el síndrome de Ulises, sienten nostalgia, necesidad de saber qué está pasando en su país y buscan la manera de tener un vínculo con su tierra. Comienzan a llamar a los amigos y a pedir cosas específicas de las que disfrutaban estando acá. Esto puede llegar a generar depresión”, apuntó.
El vivir en situaciones de hacinamiento, como tienen que hacerlo muchos por los costosos arrendamientos, también les provoca ansiedad y depresión. Ya que en la mayoría de los casos viven hasta 10 o más personas en un mismo apartamento, advirtió.
La necesidad económica, la inseguridad y otros factores son los que llevan a los inmigrantes a aventurarse a hacer esta travesía. Sin embargo, el psicólogo recomienda a las personas tener presente todos los riesgos psicológicos a los que también se enfrentan durante su camino y una vez estando allá.
Cada día alrededor de 300 hondureños migran hacia Estados Unidos con el deseo de lograr el sueño americano, pero ajenos a los daños psicológicos que esta peligrosa aventura les puede ocasionar, según Centro de Atención al Migrante Retornado ( CAMR).
Y es que esa travesía de cruzar la frontera hacia EEUU desencadena una variedad de problemas emocionales en los inmigrantes que pueden llevarlos hasta el suicidio.
“Muchos sufren violaciones, secuestros y trata de blancas, entre otras terribles situaciones que los marcan de por vida. Por lo que comienzan a guardar secretos tóxicos', dijo Rafael Mejía, psicólogo.
Lo anterior les hace pensar que no tienen valor, se vuelven irritables, tienen alteraciones de sueño, falta de apetito y episodios de depresión, entre otros. Esto termina desencadenando en suicidios.
Además, algunos al llegar a Estados Unidos se sienten desorientados porque han dejado atrás su hogar y se dan cuenta que las expectativas de lo que pensaban que encontrarían fueron demasiado altas, y la realidad es otra.
'Hay quienes pierden su identidad y desarrollan episodios depresivos, explica el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras del Valle de Sula ( Unah-Vs)
“Aproximadamente, al año y medio de llegar a EEUU los inmigrantes desarrollan el síndrome de Ulises, sienten nostalgia, necesidad de saber qué está pasando en su país y buscan la manera de tener un vínculo con su tierra. Comienzan a llamar a los amigos y a pedir cosas específicas de las que disfrutaban estando acá. Esto puede llegar a generar depresión”, apuntó.
El vivir en situaciones de hacinamiento, como tienen que hacerlo muchos por los costosos arrendamientos, también les provoca ansiedad y depresión. Ya que en la mayoría de los casos viven hasta 10 o más personas en un mismo apartamento, advirtió.
La necesidad económica, la inseguridad y otros factores son los que llevan a los inmigrantes a aventurarse a hacer esta travesía. Sin embargo, el psicólogo recomienda a las personas tener presente todos los riesgos psicológicos a los que también se enfrentan durante su camino y una vez estando allá.