La investigación de las causas que este martes provocaron el accidente de un avión jet Gulfstram G200 en el aeropuerto Toncontín dio un paso muy importante con la recuperación de la caja negra.
Expertos en aviación de la Dirección de Aeronáutica Civil se hicieron presentes en el lugar del accidente y lograron extraer este importante instrumento que proporcionará valiosa información sobre las condiciones en que se encontraba la aeronave mediante la grabadora de datos de vuelo.
La aeronave comercial Gulfstream G200 procedente de Austin, Texas, Estados Unidos, se salió de la corta pista del aeropuerto Toncontín, en el sur de Tegucigalpa, en las cercanía de Camosa, durante el aterrizaje.
El avión cayó en un pequeño abismo y quedó partido en dos sobre una carretera.
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Los sistemas de caja negra suelen incluir también una grabadora de voz de cabina, la cual resultará especialmente útil para conocer los detalles de las comunicaciones entre el piloto y la torre de control.
El exdirector de Aeronáutica Civil Pavel Espinal, dijo que el accidente pudo obedecer a un error humano, porque el piloto habría aterrizado casi a la mitad de la pista, quizá por no conocer el aeropuerto.
El piloto tampoco hizo la lectura adecuada al momento del descenso, extremo que está por confirmarse por la empresa operadora del Toncontín.
Cómo ocurrió
La aeronave procedía de Asutin, Texas, con un grupo de empresarios estadounidenses, cinco hombres y una mujer.
Las personas que venían en la aeronave fueron rescatadas y llevadas en ambulancias y un helicóptero a hospitales de Tegucigalpa.
En el mismo sitio, en la cabecera norte del aeropuerto, el 30 de mayo de 2008 se accidentó un Airbus 300 de la otrora empresa TACA, en el que resultaron cuatro personas muertas, entre ellos el expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el nicaragüense Harry Brautigam.
