Tegucigalpa, Honduras.
El público se levantó y con sonoros aplausos y gritos de júbilo celebró el arribo al estrado de dos jóvenes no videntes, a quienes las autoridades universitarias entregaron los títulos de abogada y administrador de empresas, como parte de la graduación de 1,220 nuevos profesionales celebrada ayer en la máxima casa de estudios.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras ( Unah), José Francisco Herrera, rompió el protocolo y salió al encuentro de las personas con capacidades especiales, a quienes les dio sus títulos y luego los acompañó a las gradas de salida.
Fue un momento emocionante e histórico para Evelin Melissa Velásquez Almendárez (de 25 años), originaria de Sabanagrande, quien, después de siete años de estudio, logró coronar su carrera de abogada.
“Para mí es una satisfacción inmensamente grande porque me ha costado mucho, se me presentaron varios obstáculos a lo largo del camino, pero gracias a Dios los vencí”, dijo la no vidente.
El otro graduando, Raúl Omar Gómez Aguilera (de 39), es un nuevo administrador de empresas que culminó con éxito su carrera. Proveniente de Soledad, El Paraíso, dijo que para él “es una satisfacción, un sentimiento muy difícil de explicar”.
El público se levantó y con sonoros aplausos y gritos de júbilo celebró el arribo al estrado de dos jóvenes no videntes, a quienes las autoridades universitarias entregaron los títulos de abogada y administrador de empresas, como parte de la graduación de 1,220 nuevos profesionales celebrada ayer en la máxima casa de estudios.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras ( Unah), José Francisco Herrera, rompió el protocolo y salió al encuentro de las personas con capacidades especiales, a quienes les dio sus títulos y luego los acompañó a las gradas de salida.
Fue un momento emocionante e histórico para Evelin Melissa Velásquez Almendárez (de 25 años), originaria de Sabanagrande, quien, después de siete años de estudio, logró coronar su carrera de abogada.
“Para mí es una satisfacción inmensamente grande porque me ha costado mucho, se me presentaron varios obstáculos a lo largo del camino, pero gracias a Dios los vencí”, dijo la no vidente.
El otro graduando, Raúl Omar Gómez Aguilera (de 39), es un nuevo administrador de empresas que culminó con éxito su carrera. Proveniente de Soledad, El Paraíso, dijo que para él “es una satisfacción, un sentimiento muy difícil de explicar”.