Copán, Honduras.
Se trata de un lugar que aunque es muy poco frecuentado resulta fascinante para quienes deciden recorrer uno de los puntos comerciales importantes de la cultura maya en Copán.
El parque arqueológico El Puente está ubicado en el municipio de La Jigua, a escasos 15 kilómetros de la ciudad de La Entrada y a unos 60 kilómetros de Copán Ruinas.
El Puente es parte de un complejo estructural de la civilización maya, cuya extensión territorial es de 150 kilómetros cuadrados.
Fue reportado por primera vez en el año 1935 y es considerada una ciudad satélite maya, construida por un grupo inmigrante de la élite de Copán.
Hacia 1984, Honduras y el gobierno de Japón, por medio de la Agencia de Cooperación Japonesa (Jica), pusieron en marcha un proyecto arqueológico que comprendió varios puntos de importancia en La Entrada.
La prospección de los estudiosos reveló que, en lugares como los valles de La Venta y Florida, hay al menos 689 sitios arqueológicos, distribuidos en cinco categorías, incluyendo varios centros regionales en puntos estratégicos a lo largo de las rutas de intercambio y comunicación de la antigua civilización.
Aunque su tamaño comparado con el parque arqueológico de Copán es reducido, El Puente es uno de los sitios mejor conservados, ya que fue reconstruido con apoyo del gobierno de Japón.
El Puente posee más de 200 montículos estructurales, pero solo ocho han sido restaurados.
En el parque arqueológico destacan dos plazoletas, divididas por una pirámide de 12 metros de altura, la cual es escalada por decenas de visitantes que gustan de una panorámica del valle de Florida.
Cada una de las plazoletas, según investigaciones, tenía un propósito diferente en el sitio, una para ceremonias y otra para la residencia y administración.
Experiencia
El parque arqueológico El Puente es un monumento nacional y patrimonio cultural de los hondureños, el cual es conservado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
Además de estar impregnado de la cultura de la antigua civilización maya, El Puente ofrece a sus visitantes momentos de contacto con la naturaleza y tranquilidad.
“Tenemos días que el parque es muy frecuentado, sobre todo llegan excursiones de estudiantes. Otros días, no tenemos ninguna visita”, reportó personal del IHAH.
Y es que el parque El Puente carece de promoción, por lo que para muchos es desconocido.
En El Puente se puede aprender de la cultura maya en el museo, donde se conservan hallazgos importantes como esqueletos, cráneos, vasijas de mármol, cerámicas policromadas, jade y obsidiana.
También permite conocer la cultura japonesa en uno de sus apartados con la exposición de Jica, al igual le ofrecen un recorrido virtual en una de las salas especiales.
Una vez que una persona ingresa al parque debe atravesar un sendero de un kilómetro cubierto de árboles de diferentes especies.
Al arribar a las plazoletas se experimentan sensaciones de tranquilidad y entusiasmo. El costo de entrada al parque arqueológico es de 20 lempiras para hondureños y 50 para extranjeros.
Se trata de un lugar que aunque es muy poco frecuentado resulta fascinante para quienes deciden recorrer uno de los puntos comerciales importantes de la cultura maya en Copán.
El parque arqueológico El Puente está ubicado en el municipio de La Jigua, a escasos 15 kilómetros de la ciudad de La Entrada y a unos 60 kilómetros de Copán Ruinas.
El Puente es parte de un complejo estructural de la civilización maya, cuya extensión territorial es de 150 kilómetros cuadrados.
Fue reportado por primera vez en el año 1935 y es considerada una ciudad satélite maya, construida por un grupo inmigrante de la élite de Copán.
Hacia 1984, Honduras y el gobierno de Japón, por medio de la Agencia de Cooperación Japonesa (Jica), pusieron en marcha un proyecto arqueológico que comprendió varios puntos de importancia en La Entrada.
La prospección de los estudiosos reveló que, en lugares como los valles de La Venta y Florida, hay al menos 689 sitios arqueológicos, distribuidos en cinco categorías, incluyendo varios centros regionales en puntos estratégicos a lo largo de las rutas de intercambio y comunicación de la antigua civilización.
Aunque su tamaño comparado con el parque arqueológico de Copán es reducido, El Puente es uno de los sitios mejor conservados, ya que fue reconstruido con apoyo del gobierno de Japón.
El Puente posee más de 200 montículos estructurales, pero solo ocho han sido restaurados.
En el parque arqueológico destacan dos plazoletas, divididas por una pirámide de 12 metros de altura, la cual es escalada por decenas de visitantes que gustan de una panorámica del valle de Florida.
Cada una de las plazoletas, según investigaciones, tenía un propósito diferente en el sitio, una para ceremonias y otra para la residencia y administración.
Experiencia
El parque arqueológico El Puente es un monumento nacional y patrimonio cultural de los hondureños, el cual es conservado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
Además de estar impregnado de la cultura de la antigua civilización maya, El Puente ofrece a sus visitantes momentos de contacto con la naturaleza y tranquilidad.
“Tenemos días que el parque es muy frecuentado, sobre todo llegan excursiones de estudiantes. Otros días, no tenemos ninguna visita”, reportó personal del IHAH.
Y es que el parque El Puente carece de promoción, por lo que para muchos es desconocido.
En El Puente se puede aprender de la cultura maya en el museo, donde se conservan hallazgos importantes como esqueletos, cráneos, vasijas de mármol, cerámicas policromadas, jade y obsidiana.
También permite conocer la cultura japonesa en uno de sus apartados con la exposición de Jica, al igual le ofrecen un recorrido virtual en una de las salas especiales.
Una vez que una persona ingresa al parque debe atravesar un sendero de un kilómetro cubierto de árboles de diferentes especies.
Al arribar a las plazoletas se experimentan sensaciones de tranquilidad y entusiasmo. El costo de entrada al parque arqueológico es de 20 lempiras para hondureños y 50 para extranjeros.
