Tegucigalpa, Honduras.
Saúl Escobar Puerto, exsecretario privado de la ex primera dama, es una pieza clave en el caso “Caja chica de la dama”, según las investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), que revela que fue él quien hilvanó los hilos para falsear las transacciones que permitieron la sustracción de recursos del Estado y de fondos de la cooperación internacional. “Escobar suscribía los contratos con los representantes de las pequeñas empresas que no se encontraban legalmente constituidas, por ser comerciantes informales, con los que firmó diversos contratos para la elaboración de zapatos y uniformes. Esos contratos forman parte de la supuesta liquidación realizada por el referido secretario privado”, dice parte del informe del CNA.
Es así como en una supuesta “liquidación” de los fondos donados por el Patronato Nacional de la Infancia (Pani) al Despacho de la Primera Dama se constató que de los contratos con proveedores de calzado se pactaron precios por lote de acuerdo con la talla de cada par de zapatos y ese valor ascendió en un contrato a los 230,000, otro a 240,000 y un tercero por 250,000 lempiras. Mientras que en los contratos para la elaboración de uniformes se hizo por un valor único de 250,000 lempiras.
Los proveedores
La investigación al final llevó a encontrar a los proveedores que recibieron los pagos, quienes manifestaron que los precios negociados para los zapatos con tallas 27-36 fue de 150 lempiras y para la talla 37-39 fue de 165 lempiras y se estableció un precio único por elaboración de calzado infantil de 140 lempiras, para una cooperativa, porque el pedido era para mayoristas y debían bajar los costos.
Se identificó además a los proveedores de uniformes, cuyos precios informaron fueron negociados en 170 lempiras. Sin embargo, el grupo de proveedores declaró que solicitaron un incremento en el precio por el alza en el costos de materiales por las ganancias mínimas que tenían, pero la solicitud les fue denegada, los encargados dijeron que los precios fijados no eran negociables.
Las liquidaciones
Estos contratos que fueron liquidados por el Despacho sorprendieron a los investigadores. Los valores eran superiores a los que habían negociado y las cantidades de producto eran inferiores a las entregadas. “Una de las dos hojas en que se dividía el contrato fue cambiada astutamente por los denunciados para establecer en el monto de contrato valores superiores a los originalmente pactados (como los 240,000 y 250,000)”, dice el informe investigativo.
Pero el CNA resalta que esos contratos fueron elaborados en dos hojas tamaño carta redactando el contenido únicamente en el frente y dejando la parte de atrás de la hoja en blanco, en la primera hoja se establecía el monto y en la segunda las firmas. Así cambiaron las cláusulas del contrato, liquidando 20 millones, cuando el pago era de 13 millones de lempiras.
Qué sigue
Saúl Escobar Puerto deberá presentarse este martes a la audiencia inicial, adonde la jueza en Materia de Corrupción determinará si le decreta un auto de formal procesamiento o un sobreseimiento provisional o definitivo.
Rosa Elena Bonilla sigue en la cárcel de mujeres esperando la resolución de la Corte de Apelaciones, la que esta semana se pronunciará si confirma el auto de formal procesamiento. En caso de confirmarse, su defensa deberá prepararse para la audiencia preliminar la que se desarrollará en los próximos 30 días.
Saúl Escobar Puerto, exsecretario privado de la ex primera dama, es una pieza clave en el caso “Caja chica de la dama”, según las investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), que revela que fue él quien hilvanó los hilos para falsear las transacciones que permitieron la sustracción de recursos del Estado y de fondos de la cooperación internacional. “Escobar suscribía los contratos con los representantes de las pequeñas empresas que no se encontraban legalmente constituidas, por ser comerciantes informales, con los que firmó diversos contratos para la elaboración de zapatos y uniformes. Esos contratos forman parte de la supuesta liquidación realizada por el referido secretario privado”, dice parte del informe del CNA.
Es así como en una supuesta “liquidación” de los fondos donados por el Patronato Nacional de la Infancia (Pani) al Despacho de la Primera Dama se constató que de los contratos con proveedores de calzado se pactaron precios por lote de acuerdo con la talla de cada par de zapatos y ese valor ascendió en un contrato a los 230,000, otro a 240,000 y un tercero por 250,000 lempiras. Mientras que en los contratos para la elaboración de uniformes se hizo por un valor único de 250,000 lempiras.
Los proveedores
La investigación al final llevó a encontrar a los proveedores que recibieron los pagos, quienes manifestaron que los precios negociados para los zapatos con tallas 27-36 fue de 150 lempiras y para la talla 37-39 fue de 165 lempiras y se estableció un precio único por elaboración de calzado infantil de 140 lempiras, para una cooperativa, porque el pedido era para mayoristas y debían bajar los costos.
Se identificó además a los proveedores de uniformes, cuyos precios informaron fueron negociados en 170 lempiras. Sin embargo, el grupo de proveedores declaró que solicitaron un incremento en el precio por el alza en el costos de materiales por las ganancias mínimas que tenían, pero la solicitud les fue denegada, los encargados dijeron que los precios fijados no eran negociables.
Las liquidaciones
Estos contratos que fueron liquidados por el Despacho sorprendieron a los investigadores. Los valores eran superiores a los que habían negociado y las cantidades de producto eran inferiores a las entregadas. “Una de las dos hojas en que se dividía el contrato fue cambiada astutamente por los denunciados para establecer en el monto de contrato valores superiores a los originalmente pactados (como los 240,000 y 250,000)”, dice el informe investigativo.
Pero el CNA resalta que esos contratos fueron elaborados en dos hojas tamaño carta redactando el contenido únicamente en el frente y dejando la parte de atrás de la hoja en blanco, en la primera hoja se establecía el monto y en la segunda las firmas. Así cambiaron las cláusulas del contrato, liquidando 20 millones, cuando el pago era de 13 millones de lempiras.
Qué sigue
Saúl Escobar Puerto deberá presentarse este martes a la audiencia inicial, adonde la jueza en Materia de Corrupción determinará si le decreta un auto de formal procesamiento o un sobreseimiento provisional o definitivo.
Rosa Elena Bonilla sigue en la cárcel de mujeres esperando la resolución de la Corte de Apelaciones, la que esta semana se pronunciará si confirma el auto de formal procesamiento. En caso de confirmarse, su defensa deberá prepararse para la audiencia preliminar la que se desarrollará en los próximos 30 días.
