Tegucigalpa, Honduras.
Un espacio de tranquilidad, alegría, risas y diversión ofrecen las villas navideñas instaladas en tres puntos de la capital. Cada año los capitalinos y quienes visitan el Distrito Central gozan de la magia de la Navidad y el espíritu de hermandad que une a las familias hondureñas, y en los parques de luces, como también se les conoce, la hospitalidad es notable.
Un espacio de tranquilidad, alegría, risas y diversión ofrecen las villas navideñas instaladas en tres puntos de la capital. Cada año los capitalinos y quienes visitan el Distrito Central gozan de la magia de la Navidad y el espíritu de hermandad que une a las familias hondureñas, y en los parques de luces, como también se les conoce, la hospitalidad es notable.
En el bulevar Juan Pablo Segundo se encuentra la villa navideña de la alcaldía del Distrito Central, que por años se instala en este lugar atrayendo cada Navidad a miles de hondureños que llegan a contemplar el nacimiento, el gigantesco árbol navideño y disfrutar de una golosina. Los autorretratos no pueden faltar y este año hay personas disfrazadas de duendes, ayudantes de San Nicolás, los tres Reyes Magos y mimos, entre otros, dispuestos a ser parte de las fotografías que dejan un año más de recuerdos. Este año, la alcaldía colocó juegos mecánicos para los pequeños, quienes hacen largas filas para disfrutar de ellos, así como entrar a la casa de Santa y tomarse una foto con él.
A otro extremo de la capital está la villa navideña de la Villa Olímpica, organizada por el Gobierno. Las miles de luces multicolores atraen a los capitalinos a este sector, adonde también se instalan karaokes y concursos que divierten a los visitantes.
También está instalada un área de comidas, donde se pueden degustar platillos y bebidas catrachas mientras los pequeños juegan en el parque.
En Comayagüela se instaló por primera vez una villa navideña y es la de Campo Parada Marte, también organizada por el Gobierno. En esta área funciona un parque del programa Vida Mejor, por lo que existen más alternativas para divertirse en un ambiente acogedor. En esta villa hay una pequeña granja donde los niños pueden compartir con animales domésticos, como pollos, ovejas, entre otros. También hay un área con comidas típicas para compartir en familia.
Las tres villas navideñas cuentan con seguridad del Estado para que los capitalinos y quienes visitan la ciudad se diviertan con tranquilidad, en un ambiente sano y navideño tal y como ha caracterizado en los últimos años a Tegucigalpa. Estos espacios llenos de luces se han convertido en un escape a la vida cotidiana de la ciudad y cada año mejoran la infraestructura, la seguridad y el acceso, generando que miles de capitalinos opten por visitarlos.
