San Pedro Sula, Honduras.
Las caritas de los niños reflejaban felicidad y los rostros de los adultos, agradecimiento.
Hicieron largas filas, pero al final valió la pena porque recibieron su canasta navideña y vivieron un rato de diversión.
Las instalaciones de Expocentro estuvieron abarrotadas por la cantidad de personas que llegaron a recibir la canasta navideña que contiene alimentos básicos.
La Fundación Voces de Esperanza y más de 300 voluntarios trabajan desde hace meses organizando la actividad, que por tercer año consecutivo llevan a cabo en San Pedro Sula.
Hubo entrega de alimentos, pero también los artistas nacionales Liam y Montalvo participaron en la actividad que llenó de alegría a los niños.
Nicolás Kafati, uno de los miembros de la Fundación, dice que es satisfactorio ver la alegría de las
familias. “Se superaron las expectativas y todo es satisfactorio para nosotros porque el esfuerzo vale la pena, además es oportuno agradecer a las empresas patrocinadoras que dijeron presente para llegar a miles de hogares”, expuso Kafati.
La labor ejemplar de los voluntarios de la Fundación Voces de Esperanza es digna de imitar porque son alumnos de distintas escuelas privadas de la ciudad y amigos que unieron esfuerzos para atender a las familias procedentes de distintas zonas de San Pedro.
Mario Kafati es uno de los pioneros de la actividad y junto con sus hijos trabajaba en la preparación del evento.
“Estamos muy contentos de ver esto. Es obra de Dios y nos ha utilizado a nosotros para poder ayudar”, dijo el empresario.
“Es un trabajo no de una persona, sino de un montón de voluntarios que se quisieron sumar en esta obra que Dios nos ha encomendado para poder ayudar a los demás”, aseguró.
Refirió que entregaron 3,500 canastas, pero si es necesario se generarán más” .
Leyla Faraj, miembro de la Fundación, dice que diciembre es una fecha especial porque les permite compartir. Ya van tres años consecutivos de esta actividad.
“Comenzamos repartiendo 500 canastas, después 1,500 y ahora 3,500”, dijo Leyla.
La joven aseguró que es una actividad bonita, “trabajamos muy duro durante muchos meses, pero ver a la gente feliz es la mayor recompensa”.
“Les entregamos una canasta con cosas básicas, como arroz, harina, leche y otros productos. Los niños pasan un momento agradable”, aseguró.
Los beneficiados agradecieron el gesto y pidieron bendiciones para los jóvenes que promueven la actividad. “Agradecemos porque somos familias pobres y necesitadas”, dijo Faustina Méndez de la colonia San José Cinco al recibir la donación de alimentos.
Las caritas de los niños reflejaban felicidad y los rostros de los adultos, agradecimiento.
Hicieron largas filas, pero al final valió la pena porque recibieron su canasta navideña y vivieron un rato de diversión.
Las instalaciones de Expocentro estuvieron abarrotadas por la cantidad de personas que llegaron a recibir la canasta navideña que contiene alimentos básicos.
La Fundación Voces de Esperanza y más de 300 voluntarios trabajan desde hace meses organizando la actividad, que por tercer año consecutivo llevan a cabo en San Pedro Sula.
Hubo entrega de alimentos, pero también los artistas nacionales Liam y Montalvo participaron en la actividad que llenó de alegría a los niños.
 Más de 300 voluntarios de la fundación Voces de Esperanza se sumaron a la actividad para que las familias recibieran la canasta básica.
|
La labor ejemplar de los voluntarios de la Fundación Voces de Esperanza es digna de imitar porque son alumnos de distintas escuelas privadas de la ciudad y amigos que unieron esfuerzos para atender a las familias procedentes de distintas zonas de San Pedro.
Mario Kafati es uno de los pioneros de la actividad y junto con sus hijos trabajaba en la preparación del evento.
“Estamos muy contentos de ver esto. Es obra de Dios y nos ha utilizado a nosotros para poder ayudar”, dijo el empresario.
 Más de 300 voluntarios de la fundación Voces de Esperanza se sumaron a la actividad para que las familias recibieran la canasta básica.
|
Refirió que entregaron 3,500 canastas, pero si es necesario se generarán más” .
Leyla Faraj, miembro de la Fundación, dice que diciembre es una fecha especial porque les permite compartir. Ya van tres años consecutivos de esta actividad.
“Comenzamos repartiendo 500 canastas, después 1,500 y ahora 3,500”, dijo Leyla.
 Jóvenes de varias escuelas privadas se unieron al voluntariado para trabajar con la fundación y entregar las canastas.
|
“Les entregamos una canasta con cosas básicas, como arroz, harina, leche y otros productos. Los niños pasan un momento agradable”, aseguró.
Los beneficiados agradecieron el gesto y pidieron bendiciones para los jóvenes que promueven la actividad. “Agradecemos porque somos familias pobres y necesitadas”, dijo Faustina Méndez de la colonia San José Cinco al recibir la donación de alimentos.
