Tegucigalpa, Honduras.
Son miembros de las Fuerza Aérea, Naval y Ejército. Los mejores de sus unidades, pero al final solo 20 hombres de las Fuerzas Armadas conformarán el equipo para ser parte del grupo élite que está dispuesto a darlo todo por defender a su patria.
Ser miembro de la Fuerza Comando en Honduras es pertenecer a la unidad de operaciones especiales, el equipo que está entrenado para enfrentar al enemigo. Son hombres adiestrados en alta seguridad, especialistas en paracaidismo, en tropas aerotransportadas y anfibias. Ese grupo está preparado para emboscadas, asalto, incursiones, operaciones de reconocimiento, sabotajes y golpes para destruir objetivos enemigos, pero hacerlo conlleva un entrenamiento extremo.
“La experiencia es clave en la formación de este grupo, se selecciona a los mejores, los que pasan por un férreo entrenamiento y de esos 20, al final se escogen a siete que son los que pasan a un evento latinoamericano donde compiten por ser los mejores”, explicó Willy Joel Oseguera Rodas, Comandante del
Primer Batallón de Fuerzas Especiales.
Entrenamiento
Las largas jornadas inician desde tempranas horas. Son varias fases de entrenamiento, que van desde caminatas forzadas, donde los soldados con una mochila que pesa 50 libras recorren de 20 a 24 kilómetros de distancia. Es la prueba de resistencia bajo el candente sol o la lluvia, donde sacan a flote el coraje. Parte del adiestramiento incluye simulacros para que incluso carguen a un compañero que cae en batalla o que es rescatado.
Son miembros de las Fuerza Aérea, Naval y Ejército. Los mejores de sus unidades, pero al final solo 20 hombres de las Fuerzas Armadas conformarán el equipo para ser parte del grupo élite que está dispuesto a darlo todo por defender a su patria.
Ser miembro de la Fuerza Comando en Honduras es pertenecer a la unidad de operaciones especiales, el equipo que está entrenado para enfrentar al enemigo. Son hombres adiestrados en alta seguridad, especialistas en paracaidismo, en tropas aerotransportadas y anfibias. Ese grupo está preparado para emboscadas, asalto, incursiones, operaciones de reconocimiento, sabotajes y golpes para destruir objetivos enemigos, pero hacerlo conlleva un entrenamiento extremo.
El equipo de la Fuerza Comando es la unidad élite mejor preparada que se enfrenta a cualquier amenaza.
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Entrenamiento
Las largas jornadas inician desde tempranas horas. Son varias fases de entrenamiento, que van desde caminatas forzadas, donde los soldados con una mochila que pesa 50 libras recorren de 20 a 24 kilómetros de distancia. Es la prueba de resistencia bajo el candente sol o la lluvia, donde sacan a flote el coraje. Parte del adiestramiento incluye simulacros para que incluso carguen a un compañero que cae en batalla o que es rescatado.
“Se trata de medir la velocidad y la precisión del disparo. Se tiene un equipo de francotiradores que se preparan para el disparo en movimiento, disparo a tiro en campo, con diferentes distancias, entre otros”, explicó el oficial.
El equipo élite se prepara para tareas críticas. Buscan con esa prueba prepararlos para vencer cualquier obstáculo, amenaza y moverse en varios puntos.
La fase acuática es otra prueba relevante. Es aquí donde nadan distancias de 1,500 metros, este examen es calificado como el más duro, puesto que determina el nivel de preparación del soldado y la condición que tiene para enfrentarse a la adversidad.