Intibucá, Honduras
Para sorpresa de muchos, no todos los municipios de Intibucá son tierras heladas. Jesús de Otoro, un lindo pueblo con historia colonial ubicado en un valle del mismo nombre es cálido y pintoresco. Este destino mezcla la naturaleza, el calor y el misticismo de las culturas lencas y mayas.
Este lindo lugar queda a unos 35 minutos de La Esperanza y a simple vista, el municipio finge ser un destino con pocas opciones turísticas.
La sorpresa es que al recorrer sus montañas y aldeas, descubrimos lagunas, nacimientos, exuberantes caídas de agua y muchas leyendas que son parte de esta cultura occidental.
Jesús de Otoro es una joya donde la naturaleza, entre montañas, adorna el gran valle de Otoro. Actualmente la ciudad cuenta con cuatro hoteles y es uno de los mayores productores de arroz del país. El equipo de la Ruta 504 de LA PRENSA visitó este pequeño paraíso para traerle esta nueva opción turística por explorar.
Cascada La Chorrera
Es una imponente cascada de 80 metros de altura que recorre una de las zonas más altas de la región, y que desde el valle puede alcanzar a verse tal cual velo de novia que cae entre los pinares. Aquí podemos realizar senderismo, montañismo, o simplemente bañar en sus heladas aguas.
Místicas lagunas
Cuenta con unas tres lagunas, una de ellas, la de la aldea El Zapote, tiene un mito que deja frío a cualquiera. Según la leyenda narrada por los más longevos, en el fondo de esta laguna se encuentra una gigantesca serpiente, que al salir de sus profundidades inunda el valle. Lo extraño de la laguna El Zapote es que siempre mantiene el nivel de agua, ya sea verano o invierno.
Otra laguna importante en la zona, es la llamada Recursos. Es una pacífica reserva de agua a escasos metros de la carretera que conduce a La Esperanza. Esta laguna ha ido ampliándose a medida que transcurre el tiempo, esto lo aseguran sus pobladores.
Petroglifos
Entre las montañas encontrará siete sitios arqueológicos con plazas ceremoniales, montículos y pirámides de hasta 30 metros de altura propias de la cultura lenca, protolencas y vestigios de la cultura maya. Además, existen grabaciones en rocas o piedras con formas humanoides, y figuras animales, según historiadores, nuestros antepasados plasmaron una parte de sus vivencias allí.
