La Ceiba, Honduras.
Con llagas en su cuerpo, Mártir Antonio Martínez Portillo relató a LA PRENSA la odisea que le tocó vivir al quedar a la deriva más de 36 horas en alta mar.
Portillo es uno de los cuatro pescadores que quedaron a la deriva luego que una ola hundiera la lancha en la que viajaban.
Las autoridades navales siguen buscando a los otros tres náufragos que siguen desaparecidos, entre ellos el hermano de Mártir, Alex Francisco Portillo (23), el capitán de la lancha Osman Rigoberto Rivera (35) y Marvin Caballero (35).
El joven de 22 años, quien se recupera en el Hospital Regional Atlántida, aseguró que Marvin Caballero murió cuando intentaban mantenerse unidos después que la fuerte ola le diera vuelta a la lancha.
De su rescate solo recuerda que unos pescadores a bordo de un cayuco lo auxiliaron. “Yo me alegré porque cuando los miré ya estaba delirando. Estaba dormido, me levantó una ola y miré una lancha que venía hacia mí. Yo creí que era mentira y volví a cerrar los ojos, y luego escuché la voz de uno de los pescadores que me preguntó que si era de los que nos habíamos hundido. Rápido reaccioné, porque ya ni hablar podía. Estaba sin fuerzas ya, un hombre me dio la mano y yo le di la mía y me subieron al cayuco”, detalló Portillo. Con lo que le pasó, dijo que no volverá al mar. Tiene fe que su hermano será hallado con vida, al igual que el capitán de la lancha.
Con llagas en su cuerpo, Mártir Antonio Martínez Portillo relató a LA PRENSA la odisea que le tocó vivir al quedar a la deriva más de 36 horas en alta mar.
Portillo es uno de los cuatro pescadores que quedaron a la deriva luego que una ola hundiera la lancha en la que viajaban.
Las autoridades navales siguen buscando a los otros tres náufragos que siguen desaparecidos, entre ellos el hermano de Mártir, Alex Francisco Portillo (23), el capitán de la lancha Osman Rigoberto Rivera (35) y Marvin Caballero (35).
El joven de 22 años, quien se recupera en el Hospital Regional Atlántida, aseguró que Marvin Caballero murió cuando intentaban mantenerse unidos después que la fuerte ola le diera vuelta a la lancha.
De su rescate solo recuerda que unos pescadores a bordo de un cayuco lo auxiliaron. “Yo me alegré porque cuando los miré ya estaba delirando. Estaba dormido, me levantó una ola y miré una lancha que venía hacia mí. Yo creí que era mentira y volví a cerrar los ojos, y luego escuché la voz de uno de los pescadores que me preguntó que si era de los que nos habíamos hundido. Rápido reaccioné, porque ya ni hablar podía. Estaba sin fuerzas ya, un hombre me dio la mano y yo le di la mía y me subieron al cayuco”, detalló Portillo. Con lo que le pasó, dijo que no volverá al mar. Tiene fe que su hermano será hallado con vida, al igual que el capitán de la lancha.
