Tegucigalpa, Honduras.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, informó hoy que 206 reos fueron trasladados a tres cárceles del país por el próximo cierre del centro penal de la norteña ciudad de San Pedro Sula.
Hernández no precisó hacía cuáles cárceles fueron trasladados los reos, ni su nivel de peligrosidad.
Según informes policiales, 50 presos fueron trasladados al centro penal de la ciudad caribeña de Tela; 126 a la Penitenciaria Nacional, la principal cárcel del país, al norte de Tegucigalpa; y otros 30 al presidio de El Progreso (norte).
Sobre el cierre del centro penal sampedrano, que debe concretarse el 15 de octubre, el gobernante afirmó que 'esta semana' serán trasladados los presos que todavía están en esa cárcel, sin precisar la cantidad.
'Estamos a escasos días de dejar vacío completamente el centro penal de San Pedro Sula, por lo que esta semana será de muchas operaciones y quiero pedirle comprensión a la población porque habrá una redistribución de privados de libertad', subrayó en declaraciones a la radio HRN, de Tegucigalpa.
Hernández anunció además que esta semana comienza a operar 'un nuevo módulo de máxima seguridad' en la Penitenciaria Nacional, el cual fue construido 'en silencio'.
Dijo que los reos más peligrosos serán reubicados en dos prisiones conocidas como El Pozo y la Tolva, que son de máxima seguridad y en donde no se les permiten ningún tipo de visitas y están totalmente incomunicados, y en el nuevo módulo construido en la Penitenciaria Nacional.
Señaló que a los que les falta poco tiempo para cumplir su condena o están enfermos serán trasladados a centros penales de mínima seguridad.
El 80 % de los ataques y masacres perpetradas en Honduras son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles, según las autoridades.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por una treintena de cárceles, alberga a 17.712 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, informó hoy que 206 reos fueron trasladados a tres cárceles del país por el próximo cierre del centro penal de la norteña ciudad de San Pedro Sula.
Hernández no precisó hacía cuáles cárceles fueron trasladados los reos, ni su nivel de peligrosidad.
Según informes policiales, 50 presos fueron trasladados al centro penal de la ciudad caribeña de Tela; 126 a la Penitenciaria Nacional, la principal cárcel del país, al norte de Tegucigalpa; y otros 30 al presidio de El Progreso (norte).
Sobre el cierre del centro penal sampedrano, que debe concretarse el 15 de octubre, el gobernante afirmó que 'esta semana' serán trasladados los presos que todavía están en esa cárcel, sin precisar la cantidad.
'Estamos a escasos días de dejar vacío completamente el centro penal de San Pedro Sula, por lo que esta semana será de muchas operaciones y quiero pedirle comprensión a la población porque habrá una redistribución de privados de libertad', subrayó en declaraciones a la radio HRN, de Tegucigalpa.
Hernández anunció además que esta semana comienza a operar 'un nuevo módulo de máxima seguridad' en la Penitenciaria Nacional, el cual fue construido 'en silencio'.
Dijo que los reos más peligrosos serán reubicados en dos prisiones conocidas como El Pozo y la Tolva, que son de máxima seguridad y en donde no se les permiten ningún tipo de visitas y están totalmente incomunicados, y en el nuevo módulo construido en la Penitenciaria Nacional.
Señaló que a los que les falta poco tiempo para cumplir su condena o están enfermos serán trasladados a centros penales de mínima seguridad.
El 80 % de los ataques y masacres perpetradas en Honduras son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles, según las autoridades.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por una treintena de cárceles, alberga a 17.712 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales.
