Tegucigalpa, Honduras.
En una amenaza se han convertido las cuencas de los ríos Chamelecón, Ulúa, Choluteca, Aguán y Lempa producto de las lluvias.
Esto a raíz de la elevada humedad y saturación en el suelo que permite que las escorrentías (agua que va libre sin filtración por la tierra) sean más rápidas y lleguen a los caudales de estas cuencas, explicó Carlos Díaz, hidrólogo del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
A esta situación hay que sumarle un incremento de hasta un 40% en la cantidad de lluvias que ingresarán al país en los próximos dos meses, conforme alertó la Comisión Permanente de Contingencias ( Copeco).
A la fecha se han reportado de manera general incrementos de hasta tres metros en el nivel de los caudales de estas cuencas en los últimos 30 días de lluvia que han azotado el país. Para el caso, los bordos de la cuenca del río Ulúa ya han estado en alerta amarilla, afectando los departamentos de Cortés, Atlántida y Yoro. Con el incremento de las lluvias, la situación podría ser peor, advirtió el experto. Copeco bajó la alerta a verde ayer para quienes habitan a orillas del Ulúa y Chamelecón.
Otra cuenca que ya causó inundaciones en Olancho es la del río Aguán, que podría aumentar su caudal en octubre. Por otra parte, los municipios cercanos a la cuenca del río Chamelecón están bajo una constante amenaza.
El experto explicó que muchas veces no es el caudal el que causa el desastre, sino la ubicación de algunas comunidades que invaden espacios hidrográficos.
“Las personas le llaman inundaciones, pero muchas veces es el ordenamiento territorial y su ubicación en las riberas las que están causando el problema”, advirtió Díaz.
Respecto a los deslizamientos, el panorama es de alerta por la gran cantidad de zonas vulnerables que se activan ante la saturación del terreno.
Oriente
Ayer, el presidente Juan Orlando Hernández visitó a los damnificados por lluvias en Juticalpa y Mangulile para confirmar la construcción de 25 viviendas para las familias que perdieron sus hogares en ambas localidades. El desbordamiento del río Juticalpa el pasado sábado dejó a 25 familias sin hogar, 330 casas con daños y más de 1,300 personas en riesgo en el municipio.
En una amenaza se han convertido las cuencas de los ríos Chamelecón, Ulúa, Choluteca, Aguán y Lempa producto de las lluvias.
Esto a raíz de la elevada humedad y saturación en el suelo que permite que las escorrentías (agua que va libre sin filtración por la tierra) sean más rápidas y lleguen a los caudales de estas cuencas, explicó Carlos Díaz, hidrólogo del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
A esta situación hay que sumarle un incremento de hasta un 40% en la cantidad de lluvias que ingresarán al país en los próximos dos meses, conforme alertó la Comisión Permanente de Contingencias ( Copeco).
A la fecha se han reportado de manera general incrementos de hasta tres metros en el nivel de los caudales de estas cuencas en los últimos 30 días de lluvia que han azotado el país. Para el caso, los bordos de la cuenca del río Ulúa ya han estado en alerta amarilla, afectando los departamentos de Cortés, Atlántida y Yoro. Con el incremento de las lluvias, la situación podría ser peor, advirtió el experto. Copeco bajó la alerta a verde ayer para quienes habitan a orillas del Ulúa y Chamelecón.
Otra cuenca que ya causó inundaciones en Olancho es la del río Aguán, que podría aumentar su caudal en octubre. Por otra parte, los municipios cercanos a la cuenca del río Chamelecón están bajo una constante amenaza.
El experto explicó que muchas veces no es el caudal el que causa el desastre, sino la ubicación de algunas comunidades que invaden espacios hidrográficos.
“Las personas le llaman inundaciones, pero muchas veces es el ordenamiento territorial y su ubicación en las riberas las que están causando el problema”, advirtió Díaz.
Respecto a los deslizamientos, el panorama es de alerta por la gran cantidad de zonas vulnerables que se activan ante la saturación del terreno.
Oriente
Ayer, el presidente Juan Orlando Hernández visitó a los damnificados por lluvias en Juticalpa y Mangulile para confirmar la construcción de 25 viviendas para las familias que perdieron sus hogares en ambas localidades. El desbordamiento del río Juticalpa el pasado sábado dejó a 25 familias sin hogar, 330 casas con daños y más de 1,300 personas en riesgo en el municipio.
