19/04/2024
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Desolación y escombros quedan en módulos del presidio

  • 18 septiembre 2017 /

A principios de año, el centro penal sampedrano alojaba una población de 3,241 reos, entre mareros, pesetas y paisas.

San Pedro Sula, Honduras.

Mientras decenas de mujeres espetaban insultos a las autoridades policiales que acordonaban el presidio de San Pedro Sula, los 1,600 reos paisas restantes se encontraban ayer en las celdas “tranquilos” y esperando el día de su traslado.

“Estamos tranquilos, esperando la hora”, le dijo un reo a un periodista de LA PRENSA que ayer, junto a reporteros de otros medios, ingresaron al presidio. Alrededor de la 12:00 del mediodía, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) terminó de evacuar a 511 reos paisas y después de las 2:00 pm permitió el ingreso de periodistas.

Bajo la dirección de Elías Melgar Urbina, comandante regional de Fusina, los periodistas, entre ellos de LA PRENSA, recorrieron los módulos que ocuparon los reos de la MS-13 y 18 para observar las excavaciones realizadas por las autoridades en búsqueda de armas, droga y dinero. Por primera vez, después de tres meses de haber vaciado esos módulos, las autoridades permitieron la visita de los periodistas, sin embargo, LA PRENSA, de manera exclusiva, ya había ingresado en marzo, el día después de la evacuación.

Foto: La Prensa

Reos paisas salieron a los balcones de estas celdas a curiosear cuando periodistas recorrían las áreas desocupadas del Centro Penal de San Pedro Sula.
Urbina explicó ayer que en los módulos de la MS-13 y 18 encontraron alrededor de 30 caletas, es decir, escondites de dinero y armas dentro de columnas, en las paredes y en el suelo.

“Aquí encontramos fusiles, pistolas, municiones. Esta era una de las más grandes. Aquí cabe una persona completamente de pie”, explicó Melgar cuando señalaba uno de los varios hoyos encontrados en el interior de la celda de la MS-13.

No obstante, las autoridades no permitieron el ingreso de periodistas a las nuevas zonas despejadas, pues estas, tal como hicieron en los módulos de la MS-13 y 18, las excavarán en las próximas semanas, una vez que concluyan el traslado de toda la población de reos. El viceministro de Seguridad, Luis Suazo, dijo que se hará una demolición tradicional una vez desalojados de reos, sin usar explosivos. Cuando los periodistas recorrían los módulos de esas maras, desde otras celdas, los reos paisas (los cuales no forman parte de maras) asomaron sus cabezas a través de ventanas y balcones y manifestaron que se sentían “sin preocupaciones”.

Foto: La Prensa

Actualmente, los módulos que estuvieron ocupados por las maras MS-13 y 18 se encuentran desolados, luego que las autoridades excavaran y encontraran caletas.
Incendio

Las autoridades ejecutaron el traslado sin registrar incidentes, a excepción de las protestas callejeras de las mujeres de los reos y de un incendio suscitado alrededor de las 10:00 de la mañana. En el momento cúspide de la evacuación, una columna de humo comenzó a levantarse de la celda 22 donde guardaban prisión 105 mujeres. De ese grupo, 94 se hallan tras las rejas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social en Támara y 10 en el presidio de El Progreso.

Cuando las autoridades policiales ya habían sacado a las presidiarias para llevarlas a los camiones militares, el fuego apareció en esa celda y en cuestión de minutos redujo a cenizas unos 25 colchones.

Foto: La Prensa

Mientras el recinto donde aún queda el 50% de reclusos comienza a observarse vacío.
Los bomberos intervinieron de manera oportuna y con más de 9 mil galones de agua extinguieron las llamas y evitaron que se propagaran por todo este centro penal que en la tarde no tenía electricidad en uno de los sectores.

“No podemos decir cuál fue la causa del incendio. Vamos a hacer una investigación para saber qué provocó este incendio”, dijo Marco Antonio Artica, comandante del Cuerpo de Bomberos. Este vetusto presidio, que hasta marzo alojó una población de 3,241 reos, con un 50% menos de personas comienza a observarse vacío y da señales de abandono.

Una montaña de basura en una esquina, ollas y otros utensilios de cocina tirados en el suelo, colchones viejos y hedores privan ahora las áreas que ya no están ocupadas.

En los alrededores hay basura, colchones viejos y utensilios de cocina abandonados.