San Pedro Sula, Honduras.
En ocho horas de intenso trabajo planificado, 511 reos que permanecían en el centro penal de San Pedro Sula fueron llevados a penitenciarías de otros municipios como el inicio del cierre de la cárcel que por décadas fue considerada una bomba de tiempo.
Además, trasladaron a 25 presos de El Progreso a La Tolva en Morocelí, El Paraíso.
Camiones llenos de militares, policías y agentes de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) se apostaron desde las 3:00 am de ayer a fin de asegurar los alrededores del penal sampedrano y evitar que se produjeran incidentes en el interior.
A las 4:30 am, los policías, militares y antimotines comenzaron a ingresar a cada una de las celdas sacando a los reos de acuerdo con los listados para sus traslados.
A los presos, en forma ordenada, los movilizaron a una cancha en la cual los identificaban conforme a los registros que habían hecho en anteriores semanas en las que se planificaron las acciones.
Mientras en el interior del reclusorio las autoridades realizaban las confirmaciones, afuera estaban ambulancias, miembros del
Cuerpo de Bomberos y
militares que custodiaban el portón principal por donde serían sacados los primeros presos.
Francotiradores en zonas estratégicas apuntaban al interior del penal y un helicóptero sobrevolaba la zona, acción que anunciaba el inminente traslado. A las 9:14 am, los primeros reclusos comenzaron a ser llevados a los camiones, donde los acomodaron tras subir por unas rampas: ahí iban sentados y enchachados. Cada camión fue custodiado por ocho militares.
Los primeros vehículos formaron una fila en la avenida Juan Pablo Segundo y a las 10:20 am salieron rumbo al penal de El Progreso.
Mientras el convoy partía, familiares de los presos apostados en las esquinas cercanas al presidio buscaban a sus parientes y les gritaban despidiéndose de ellos.
Entre los enviados en su mayoría había condenados por delitos de violación, homicidio, robo de vehículos, tráfico de drogas y asesinato.
El coronel Elías Melgar Urbina, jefe de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), informó que a los 536 presos los llevaron a 10 centros penitenciarios de diferentes municipios.
Indicó que aún quedan 1,600 reclusos en San Pedro Sula que durante las próximas semanas serán transportados, pues tienen un plazo para el 15 de octubre, que será el cierre total del centro penal.
El jefe de Fusina destacó el trabajo de planificación que desarrollaron desde hace varios meses para que durante los traslados no se presentara ningún tipo de suceso.
Manifestó que tienen instrucciones de que todo integrante de estructuras organizadas debe ser trasladado a las cárceles de máxima seguridad, por lo que continuamente serán enviados los que sean capturados en operaciones.
Los trasladados.
Un comunicado del Instituto Nacional Penitenciario (INP) dio a conocer que a los reos los distribuyeron en los penales así: 94 mujeres a la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social y 10 mujeres a El Progreso, 50 presos a Juticalpa, 50 a La Paz, 120 a Choluteca, 50 a Gracias, en Lempira.
Mientras, 10 reos fueron enviados a El Progreso, 10 a Nacaome, 87 a La Tolva en Morocelí, 12 a El Pozo I y 18 a la Penitenciaría Nacional de Támara, haciendo un total de 511 de San Pedro Sula.
Del penal de El Progreso movilizaron 25 a la cárcel de Morocelí, por lo que el total de ayer es de 536, informaron las autoridades penitenciarias.
A las 11:30 am, previo a terminar con el traslado de los reos de San Pedro Sula, en el interior del centro penal se produjo un incendio que alarmó a los parientes que estaban en la zona, pues salía humo de una de las áreas del recinto.
Elementos del Cuerpo de Bomberos ingresaron al lugar de inmediato y luego de unos 20 minutos ya habían controlado la situación.
Al lugar también llegó personal del Juzgado de Ejecución Penal con el fin de verificar lo sucedido, pero en un comunicado indicaron que verificaron que ningún reo sufrió lesiones.
Ada Muñoz.
Después del suceso, otros dos grupos de camiones custodiados salieron del penal con rumbo a Támara y a La Paz, entre ellos, uno con mujeres.
Se conoció que Ada Muñoz, exjefa de Control de Ingresos de la Municipalidad sampedrana, ahora se encuentra en el penal de El Progreso, mientras que la exjueza Wendy Caballero regresó a la Penitenciaría Femenina en Támara.
El traslado de 150 presos al penal de Tela se suspendió debido a que un comité analizará y supervisará las condiciones en las que se encuentra el presidio en esa ciudad.
A las 12:45 pm culminó el traslado de los presos, en el que participaron más de 50 vehículos, entre camiones militares y de custodia, así como de otras unidades que apoyaron el trabajo.
La zona comenzó a ser desalojada por familiares, que ya en su mayoría conocían por medio de listados que fueron colocados en el parque central y en la Central Metropolitana de Buses adónde habían sido llevados sus familiares.
En el centro penal solo quedan alrededor de 1,600 reos.
Vecinos de la zona que por décadas han vivido en zozobra dicen que comienzan a sentir tranquilidad, puesto que han visto que ahora es una realidad lo que hace muchos años añoraban.
Las primeras movilizaciones del penal de San Pedro Sula fueron hechas el 15 de marzo, llevándose a las cárceles de máxima seguridad de El Pozo y La Tolva a 755 miembros de la Mara Salvatrucha 13 y la 18.
Con esas acciones, los homicidios y extorsiones disminuyeron en San Pedro Sula, pero ahora el objetivo de las autoridades con el cierre definitivo es que haya mayor seguridad para la ciudadanía.
En ocho horas de intenso trabajo planificado, 511 reos que permanecían en el centro penal de San Pedro Sula fueron llevados a penitenciarías de otros municipios como el inicio del cierre de la cárcel que por décadas fue considerada una bomba de tiempo.
Además, trasladaron a 25 presos de El Progreso a La Tolva en Morocelí, El Paraíso.
Camiones llenos de militares, policías y agentes de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) se apostaron desde las 3:00 am de ayer a fin de asegurar los alrededores del penal sampedrano y evitar que se produjeran incidentes en el interior.
A las 4:30 am, los policías, militares y antimotines comenzaron a ingresar a cada una de las celdas sacando a los reos de acuerdo con los listados para sus traslados.
A los presos, en forma ordenada, los movilizaron a una cancha en la cual los identificaban conforme a los registros que habían hecho en anteriores semanas en las que se planificaron las acciones.
 La seguridad y la forma ordenada en que cada uno de los reos fue sacado de su celda y llevado a los camiones permitió que durante varias horas los convoyes cargados salieran del centro penal a sus lugares de destino.
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Francotiradores en zonas estratégicas apuntaban al interior del penal y un helicóptero sobrevolaba la zona, acción que anunciaba el inminente traslado. A las 9:14 am, los primeros reclusos comenzaron a ser llevados a los camiones, donde los acomodaron tras subir por unas rampas: ahí iban sentados y enchachados. Cada camión fue custodiado por ocho militares.
Los primeros vehículos formaron una fila en la avenida Juan Pablo Segundo y a las 10:20 am salieron rumbo al penal de El Progreso.
Mientras el convoy partía, familiares de los presos apostados en las esquinas cercanas al presidio buscaban a sus parientes y les gritaban despidiéndose de ellos.
| El perímetro del reclusorio lo custodiaron también francotiradores.
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El coronel Elías Melgar Urbina, jefe de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), informó que a los 536 presos los llevaron a 10 centros penitenciarios de diferentes municipios.
Indicó que aún quedan 1,600 reclusos en San Pedro Sula que durante las próximas semanas serán transportados, pues tienen un plazo para el 15 de octubre, que será el cierre total del centro penal.
El jefe de Fusina destacó el trabajo de planificación que desarrollaron desde hace varios meses para que durante los traslados no se presentara ningún tipo de suceso.
Manifestó que tienen instrucciones de que todo integrante de estructuras organizadas debe ser trasladado a las cárceles de máxima seguridad, por lo que continuamente serán enviados los que sean capturados en operaciones.
| El cierre definitivo del centro penal de San Pedro Sula será en los próximos días con el traslado final de los 1,600 reos que quedaron ayer
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Un comunicado del Instituto Nacional Penitenciario (INP) dio a conocer que a los reos los distribuyeron en los penales así: 94 mujeres a la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social y 10 mujeres a El Progreso, 50 presos a Juticalpa, 50 a La Paz, 120 a Choluteca, 50 a Gracias, en Lempira.
Mientras, 10 reos fueron enviados a El Progreso, 10 a Nacaome, 87 a La Tolva en Morocelí, 12 a El Pozo I y 18 a la Penitenciaría Nacional de Támara, haciendo un total de 511 de San Pedro Sula.
Del penal de El Progreso movilizaron 25 a la cárcel de Morocelí, por lo que el total de ayer es de 536, informaron las autoridades penitenciarias.
A las 11:30 am, previo a terminar con el traslado de los reos de San Pedro Sula, en el interior del centro penal se produjo un incendio que alarmó a los parientes que estaban en la zona, pues salía humo de una de las áreas del recinto.
Elementos del Cuerpo de Bomberos ingresaron al lugar de inmediato y luego de unos 20 minutos ya habían controlado la situación.
Al lugar también llegó personal del Juzgado de Ejecución Penal con el fin de verificar lo sucedido, pero en un comunicado indicaron que verificaron que ningún reo sufrió lesiones.
| En diferentes camiones, los presos fueron llevados a los penales de El Progreso, Nacaome, La Paz, Juticalpa, Ilama, Gracias y los Pozos, donde desde anoche comenzaron a ser ubicados en sus celdas.
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Después del suceso, otros dos grupos de camiones custodiados salieron del penal con rumbo a Támara y a La Paz, entre ellos, uno con mujeres.
Se conoció que Ada Muñoz, exjefa de Control de Ingresos de la Municipalidad sampedrana, ahora se encuentra en el penal de El Progreso, mientras que la exjueza Wendy Caballero regresó a la Penitenciaría Femenina en Támara.
El traslado de 150 presos al penal de Tela se suspendió debido a que un comité analizará y supervisará las condiciones en las que se encuentra el presidio en esa ciudad.
A las 12:45 pm culminó el traslado de los presos, en el que participaron más de 50 vehículos, entre camiones militares y de custodia, así como de otras unidades que apoyaron el trabajo.
 El centro penal tiene 67 años de operar en el barrio Cabañas y lo construyeron para 800 presos.
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En el centro penal solo quedan alrededor de 1,600 reos.
Vecinos de la zona que por décadas han vivido en zozobra dicen que comienzan a sentir tranquilidad, puesto que han visto que ahora es una realidad lo que hace muchos años añoraban.
Las primeras movilizaciones del penal de San Pedro Sula fueron hechas el 15 de marzo, llevándose a las cárceles de máxima seguridad de El Pozo y La Tolva a 755 miembros de la Mara Salvatrucha 13 y la 18.
Con esas acciones, los homicidios y extorsiones disminuyeron en San Pedro Sula, pero ahora el objetivo de las autoridades con el cierre definitivo es que haya mayor seguridad para la ciudadanía.
