24/04/2024
09:41 AM

José Sauceda Sierra: 'Nunca he recibido propuestas de criminales”

El comandante de la Fuerza Aérea Hondureña siempre soñó con la milicia

Tegucigalpa, Honduras

Se considera un hombre de disciplina, de amor por su trabajo y quien dice las cosas de frente. Su carácter, asegura, lo ha blindado para que a lo largo de su carrera militar nunca nadie se le acercara para proponerle ser parte de algún ilícito. José Luis Sauceda Sierra es el comandante de la Fuerza Aérea de Honduras, quien habló con LA PRENSA y contó cómo a lo largo de su carrera logró blindarse e imprimir el sello de transparencia en todas sus acciones.

¿Quién es José Luis Sauceda Sierra?

Nací en Comayagüela un 26 de septiembre de 1966. Soy el mayor de ocho hermanos y vengo de una familia humilde, donde heredé de mi padre la disciplina y el amor a la familia.

¿Soñó siempre con ser militar?

Siempre me llamó la atención la milicia. Mi abuelo fue el jardinero de la Fuerza Aérea Hondureña en 1938. Él fue enviado a la Escuela Agrícola Panamericana para especializarse en horticultura. Eso me llamó la atención porque él me traía siempre a pasear a la Fuerza Aérea. Yo miraba los aviones volar, veía las acrobacias y todo ese mundo y quizá eso fue lo que me inspiró para ingresar a esta Fuerza. Siempre fui futurista y decía que algún día surcaría el espacio. Cuando se abrió el Liceo Militar le pedí a mi papá que me matriculara para irme a estudiar allá, pero mi madre se opuso porque no quería que me separara del seno familiar. Cuando me gradué en el instituto San Miguel hice mis exámenes para entrar a la Escuela de Aviación y fue cuando comenzó mi carrera.

¿Se imaginó que un día sería el comandante de la Fuerza Aérea?

En algún momento tuve ese sueño. Pero todo esto se fue dando paso a paso. Primero era ingresar a la Academia, porque lo que más quería era graduarme para ser piloto y volar. Después uno hace su trabajo y define su trayectoria. Mi meta siempre fue estar en los primeros lugares y claro, llegar a ser comandante.

¿Qué aviones ha pilotado?

Volé el AT-41, que fue la primera avioneta en la que aprendí. Luego volé el helicóptero UH1H, tuve varias etapas de vuelo. Además de lo que era el contacto de volar un helicóptero, tuvimos capacitación en el manejo de los instrumentos básicos avanzados en período táctico, que incluían navegación a baja altura, disparo y formación en operaciones con Fuerzas Especiales.

¿Cuántas horas de vuelo acumuló?

Fueron 3,500 horas de vuelo.

¿Qué significa volar para usted?

Volar es mi trabajo, mi pasión. Es algo que me llena de energía, porque es la oportunidad donde se ponen a prueba todos nuestros sentidos. Estamos en alerta permanente. Observamos y disfrutamos el vuelo. Volar es como un chef cuando prepara su mejor platillo, es algo que nos eleva a otras dimensiones y desde ese espacio nos permite ayudar, socorrer a otros y no se puede negar que también nos permite admirar el paisaje que Dios ha creado. Volar es una experiencia única.

¿Cómo la mujer toma un rol importante en la aviación?

La mujer va tomando un papel clave en el campo de la aviación. Nos alegra porque con la incorporación de las mujeres, nos muestran su profesionalismo y talento. Tenemos varias oficiales que se han formado y pilotan diversas aeronaves. Son especialistas en defensa aérea, seguridad de instalaciones y otros campos. Aquí se da una apertura para la mujer y puedo decirle que ahora un veinte por ciento de los que aplican para ingresar a la Escuela de Aviación, son mujeres.

¿Cuál ha sido el reto más difícil que ha tenido que enfrentar como comandante de la FAH?

Cada día tenemos retos. Volar por ejemplo, es un reto. Pero no puedo hablar que es algo difícil, lo difícil es que se complique por las condiciones meteorológicas, las malas condiciones eso sí vuelven un reto el volar. Es difícil determinar cuál ha sido el momento más difícil que he tenido a lo largo de esta carrera, solo sé que Dios siempre nos ha guiado y guardado.

¿En algún momento de su carrera le hicieron propuestas miembros del crimen organizado?

No, nunca. Estamos blindados. Siempre la consigna es conocer con qué personas nos vamos a llevar y en qué zonas vamos a estar. En mi caso, tal vez por mi carácter nunca me propusieron nada. Soy una persona transparente, muy recto, digo las cosas de frente y por este carácter quizás nunca recibí una propuesta. De haberla recibido hubiera denunciado a la persona. La trayectoria de mi familia ha sido muy recta, la de mi abuelo y padres, y ese ejemplo no me permite ni siquiera pensarlo.

¿Cuál es el soporte principal que le ayuda para que la labor como comandante de esta unidad sea exitosa?

Sin duda que el talento humano. Mi personal. Son personas que están disponibles las 24 horas, donde quiera, como sea y en las condiciones que se presenten. Buscamos el bienestar de ellos, como decimos siempre con la moral alta. El orgullo que tengo es comandar hombres y mujeres del aire.

¿En diciembre se conocerán los nombres de quienes comandarán las Fuerzas Armadas, aspira usted a ser jefe de las FF AA?

Es algo que todo militar aspira a lo largo de su carrera. Pero como decimos, todo a su tiempo, puede ser o no ser. El asunto es que de llegar a ostentar tan honroso cargo, asumiría las cosas con responsabilidad. Debemos dar siempre en cualquier puesto la mística y doctrina que nos dejan nuestros antecesores y lo importante es no perder el norte, pero llegar a ese sitial es algo que solo Dios determina.

¿Cuáles son sus planes una vez que finalice su servicio como oficial activo de las Fuerzas Armadas?

A futuro me veo con mi familia, valorando cada momento, disfrutando mis hijos y nietos. Siempre le pido a Dios que me dé la oportunidad de ver a esas generaciones, para apreciar cada momento, hasta que Dios me lo permita.

¿Cómo analiza la situación del país?

Somos apolíticos, obedientes al mandato de la patria. Como buen soldado buscamos el bienestar del país y vemos que se han dado pasos importantes para garantizar la tranquilidad de la ciudadanía. Sobre esas líneas hemos trabajado y seguiremos trabajando porque nuestro compromiso es ver una Honduras fortalecida y encaminada en la ruta de desarrollo y paz. Con esa mística estamos para servir al país.