San Pedro Sula, Honduras.
La cultura de la ciudadanía para la inscripción de defunciones necesita ser mejorada, de acuerdo con autoridades del Registro Nacional de las Personas ( RNP).
De cara a las elecciones generales, la registradora civil de la regional sampedrana hace un llamado para que las personas que estén pendientes con esta gestión la realicen en tiempo y forma.
“El Registro no hace el trámite de oficio porque la Ley no nos manda a que lo hagamos, es necesario que un familiar venga a hacer la inscripción”, dijo Elizabeth Ávila, registradora del RNP.
La funcionaria detalló que el pariente tiene un período de seis meses para realizar la inscripción sin mayores requisitos, solo presentando la hoja entregada por el centro en el que falleció la persona, el permiso de entierro de la Municipalidad y copia de la cédula del difunto.
Pasado este tiempo tienen que presentarse dos testigos a solicitar la inscripción, el documento de la compra del terreno en caso de haber sido enterrado en un cementerio privado, lo que puede demorar más de dos meses. Mensualmente en el RNP se hacen entre 150 y 200 inscripciones de defunción, números que difieren de los permisos que solicitan en la Unidad de Cementerio de la alcaldía.
Geovanni López, jefe de la dependencia, manifestó que diariamente de lunes a viernes dan unos ocho permiso para entierros y los fines de semana un promedio de cinco, lo que deja en evidencia el déficit en las inscripciones.
La cultura de la ciudadanía para la inscripción de defunciones necesita ser mejorada, de acuerdo con autoridades del Registro Nacional de las Personas ( RNP).
De cara a las elecciones generales, la registradora civil de la regional sampedrana hace un llamado para que las personas que estén pendientes con esta gestión la realicen en tiempo y forma.
“El Registro no hace el trámite de oficio porque la Ley no nos manda a que lo hagamos, es necesario que un familiar venga a hacer la inscripción”, dijo Elizabeth Ávila, registradora del RNP.
La funcionaria detalló que el pariente tiene un período de seis meses para realizar la inscripción sin mayores requisitos, solo presentando la hoja entregada por el centro en el que falleció la persona, el permiso de entierro de la Municipalidad y copia de la cédula del difunto.
Pasado este tiempo tienen que presentarse dos testigos a solicitar la inscripción, el documento de la compra del terreno en caso de haber sido enterrado en un cementerio privado, lo que puede demorar más de dos meses. Mensualmente en el RNP se hacen entre 150 y 200 inscripciones de defunción, números que difieren de los permisos que solicitan en la Unidad de Cementerio de la alcaldía.
Geovanni López, jefe de la dependencia, manifestó que diariamente de lunes a viernes dan unos ocho permiso para entierros y los fines de semana un promedio de cinco, lo que deja en evidencia el déficit en las inscripciones.
