19/04/2024
12:32 AM

Tres años investigó el FBI a abusador de niñas hondureñas

Cristhopher Rennie Glenn solicitó al juez antes de ser condenado someterse a la castración química y renunciar a la ciudadanía estadounidense.

Tegucigalpa, Honduras

Un jurado federal de la Corte del Distrito Sur de la Florida encontró culpable de ocho de los diez cargos que se le imputaban al estadounidense Christopher Rennie Glenn (de 37 años), quien en 2010 y de 2012 a 2014 explotó sexualmente a niñas hondureñas entre los 13 y 16 años de edad, revela un boletín difundido por la Corte del Distrito Sur de la Florida.

Sépalo
Glenn había participado en actos sexuales con una menor de México a partir de 2002.

El caso registrado bajo el número 1:15-CR-20632 muestra que Glenn fue condenado a cadena perpetua por conspiración para cometer tráfico sexual de un menor, cuatro cargos de intentar participar en el tráfico sexual de menores de edad, u n cargo de viajar al extranjero con la intención de participar en conducta sexual ilícita, un cargo de agresión sexual a un menor y un cargo de posesión de pornografía infantil, en violación del Título 18, Código de Estados Unidos, s ección 2252, 1594, 2254 y 2423.

Glenn fue absuelto por los dos cargos restantes de conspiración y tráfico sexual.

Todas las acusaciones ocurrieron tanto en Irak como en Honduras, mientras Glenn trabajaba como administrador de un sistemas de red contratado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos para trabajar en la Fuerza de Tarea Conjunta del Comando Sur del Ejército en la Base Aérea Soto Cano en Comayagua.

Fotografías presentadas por el Escuadrón de Delitos Violentos Contra los Niños del FBI que durante tres años investigó.

El caso

Fue una acusación de espionaje caso número 14-CR-80031-Marra, la que develó la trama de todo lo que Cristhopher Glenn hacía en Honduras. Durante tres años, agentes del FBI documentaron la evidencia que se presentó ante el juez Robert N. Scola Jr. En esta se incluyó, según la documentación que aparece registrada en su expediente, el testimonio de ocho niñas hondureñas. El viernes pasado cuando el juez lo condenó a cadena perpetua, Glenn dijo: “No había nada de criminal en lo que hice. Las chicas estaban en relaciones conmigo con consentimiento”.

Al sentenciarlo a cadena perpetua, el fiscal de distrito, Benjamin G. Greenbergd, expresó: “La sentencia de cadena perpetua envía un mensaje claro sobre nuestro compromiso inquebrantable de procesar a los que explotan sexualmente a menores y se aprovechan de su vulnerabilidad”.

Los abusos

En complicidad con los hondureños Juan Ángel Velásquez y Selena Banegas, el norteamericano reclutaba niñas como trabajadoras domésticas. Las menores procedían de los departamentos de Intibucá, Comayagua, Yoro y La Paz.

Se casaba con ellas en bodas falsas practicando ritos árabes. Las mantenía encerradas en una casa que construyó en la colonia 21 de Abril, en Comayagua. En sus declaraciones, las menores aseguraron que Glenn las drogaba para violarlas.

En una solicitud de última instancia presentada la semana anterior en la Corte, Glenn ofreció someterse a la castración química, renunciar a su ciudadanía estadounidense y abandonar el país si alguna vez salía de prisión.