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Medidas sustitutivas a la prisión a los seis estudiantes de la Unah

  • 17 junio 2017 /

Los líderes de esta agrupación no descartan intensificar las manifestaciones, por lo que consideran abusos de parte de las autoridades. Tomas dejaron heridos y daños materiales.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Seis universitarios recibieron ayer medidas sustitutivas a la prisión, luego de ser acusados por los delitos de usurpación y privación injusta de la libertad, durante la toma de las instalaciones ocurrida el pasado viernes en la alma mater.

    Un juez de los juzgados unificados de Tegucigalpa resolvió así luego de la audiencia inicial celebrada la mañana de ayer contra los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).

    Los jóvenes participaron en la toma de los edificios de Química y Farmacia e Ingeniería de Ciudad Universitaria, donde se libró el viernes anterior una batalla campal.

    2016
    Antecedentes en tomas
    Un paro estudiantil de dos meses contra las reformas académicas y cobros por servicios, llevó a las autoridades a cancelar el segundo de los tres períodos.
    La acción, en la que participó un grupo de estudiantes, agentes del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) y policías antimotines dejó personas heridas y en su mayoría daños materiales a los inmuebles, así como a un vehículo propiedad de la Policía.

    Génesis Aracely Andino Vásquez, Keren Gisselle Reyes Pineda, Tiffani Nicolle Zúniga Reyes, Gloria Sarahí Mejía Pacheco, Any Raquel Blanco Navarro y Tony Jossel Barahona Cruz, fueron detenidos por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).

    Tras la comparecencia, la abogada defensora de los estudiantes, Kenia Oliva, informó que sus representados quedan bajo el cuidado de sus padres y no pueden participar en manifestaciones al interior del centro de estudios superiores. Los imputados podrán asistir con normalidad a clases, pero se les restringió involucrarse en protestas al interior de las instalaciones de la máxima casa de estudios.

    Las protestas se intensificaron la semana pasada a raíz de la condena contra tres universitarios y el llamado a audiencias a una veintena de estudiantes, miembros del Movimiento Estudiantil Universitario.

    “Mi hija y los jóvenes que están no son ningunos delincuentes ni personas que tenían raptada la universidad; aquí la única que la tiene raptada tiene nombre y apellido y se llama Julieta Castellanos, ella es la que debería de estar enchachada”, dijo Gloria Pacheco, madre de una de las inculpadas.

    Hechos

    El activista del Movimiento Estudiantil (MEU), Héctor Ulloa, relató que unos 500 estudiantes tomaron un edificio de la Ciudad Universitaria en la capital en protesta porque tres miembros del movimiento eran llevados en ese momento a “audiencias de descargo” que decidiría su posible expulsión por participar en una protesta el 24 de mayo.

    Decenas de policías irrumpieron en el edificio tomado lanzando bombas lacrimógenas para desalojar a los estudiantes.