Tegucigalpa, Honduras
Los narcotraficantes están usando los cayos, islas e islotes en el Atlántico como bases de operaciones y como escondites para burlar la férrea vigilancia que se ha establecido en la zona.
Por ello, se lanzó la operación Rastrillo III que busca caletas y otros tipos de depósitos donde los malvivientes esconden la droga que llevan de contrabando rumbo a Estados Unidos.
| Dato
Operaciones en curso: Tanto Rastrillo III como Martillo son operaciones que se ejecutan en el Altántico. Rastrillo es netamente hondureña.
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Son 80 hombres de la Fuerza Naval de Honduras (FNH) los que se encuentran peinando las islas a bordo de cinco embarcaciones, cubriendo los límites marítimos que van desde Nicaragua hasta Guatemala.
Desde abril, la búsqueda es intensa y los operativos, permanentes. No hay lugar que quede sin registro. De milímetro a milímetro los marinos hondureños detectan embarcaciones sospechosas, pescadores ilegales y coordinan información con sus homólogos de Panamá, Colombia, Nicaragua y Guatemala.
| Buzos y marinos especializados se desplazan en el mar Caribe en busca de caletas y depósitos que los narcotraficantes han establecido en los cayos, islas e islotes.
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“La operación fue diseñada para limpiar los cayos, islas y arrecifes de caletas del narcotráfico. Habíamos detectado que los cayos eran bases logísticas de los narcos, tanto para reabastecerse de combustible como para el descanso. Como la información era que estaban caleteando la droga, Rastrillo III recorrió todos los cayos”, explicó Jesús Benítez, comandante de la FNH.
La vigilancia se estableció desde el Cayo Bobel, Sombrilla, Port Royal, Savanna, Media Luna, Logwood Cay, Cayo Sur y Los Bancos de Cabo Falso, de Arrecife Alargado, Cayos Vivorrillos, Becerro, Caratasca, Cajones (Hobbies), Pichones y Cocorocuma, Cayo Gorda y los banco de pesca.
Búsqueda
Fueron equipos especializados en buceo los que tuvieron la tarea de buscar en aguas profundas los nichos que los narcos ocultan para almacenar la droga. Son lugares estratégicos donde esconden cocaína y guardan combustible. Para ellos, un cayo o una isla vale más que mil kilómetros de carretera. Por eso los navales tienen claro que la búsqueda debe hacerse en cada perímetro. Encontrar boyas era una señal, una alerta que se giraba entre los equipos porque significa que es droga la que se ha dejado en estos sitios. “Es una operación que se extiende a lo largo del litoral Atlántico. La orden es no dejar sitio sin revisión. Rastrillo se origina en el 2011 y es netamente hondureña”, explicó uno de los navales que participa en la operación.
Resultados
Desde el 20 de abril que inició Rastrillo III, los marinos de la FNH registran el hallazgo de un paquete triangular, que contiene aproximadamente un kilo de cocaína y que fue hallado en uno de los cayos donde se hace la vigilancia.
Además de un zodiac (pequeña embarcación inflable) blanco que se encontraba a la deriva sin tripulantes. También se inspeccionaron varias embarcaciones, de las cuales algunas de ellas han sido enviadas a la Fiscalía de Puerto Lempira por ejercer la pesca ilegal de pepino de mar y caracol.
