San Pedro Sula, Honduras.
Más de 150 alumnos de prebásica y básica de la escuela 18 de Noviembre de la comunidad de Armenta reciben sus clases en la modalidad bilingüe.
Como parte de un proyecto que la empresa Altia Smart City realiza en la comunidad, el centro de educación básica se convirtió en el primer centro gubernamental bilingüe del municipio.
Desde hace cuatro años se inició con el proyecto y es parte del compromiso de Altia con la sociedad, afirma Luis Flores, miembro de responsabilidad social empresarial del grupo.
“Eso es parte de la visión del presidente del grupo Karim’s; que el aprender inglés no solo fuera un privilegio para las personas que pueden pagar un colegio o escuela bilingüe”. Flores manifestó que los niños tendrán más oportunidades de salir adelante mediante el dominio de otro idioma.
Los niños, al salir del noveno grado, saldrán dominando una segunda lengua. Para el subdirector del centro, Miguel Erazo, que los niños hablen inglés ayuda a las familias y al país. “Las opciones de trabajo que tendrán estos niños son altas”. La primera generación de alumnos en esta modalidad saldrá en los próximos seis años.
Flores estableció que se espera que le proyecto se amplíe a más centros escolares de la región.
Altia paga la labor de los docentes que enseñan a los niños el idioma y los padres de familia compran parte de los libros que los niños utilizarán en sus clases, explicó el subdirector.
Los padres de familia también aplaudieron la labor que se hace en el centro porque se está forjando un mejor futuro para sus pequeños.
“Cuando mi hijo salga de la escuela hablará dos idiomas, eso le abrirá muchas oportunidades”, dijo uno de los padres.
Más de 150 alumnos de prebásica y básica de la escuela 18 de Noviembre de la comunidad de Armenta reciben sus clases en la modalidad bilingüe.
Como parte de un proyecto que la empresa Altia Smart City realiza en la comunidad, el centro de educación básica se convirtió en el primer centro gubernamental bilingüe del municipio.
Desde hace cuatro años se inició con el proyecto y es parte del compromiso de Altia con la sociedad, afirma Luis Flores, miembro de responsabilidad social empresarial del grupo.
“Eso es parte de la visión del presidente del grupo Karim’s; que el aprender inglés no solo fuera un privilegio para las personas que pueden pagar un colegio o escuela bilingüe”. Flores manifestó que los niños tendrán más oportunidades de salir adelante mediante el dominio de otro idioma.
Los niños, al salir del noveno grado, saldrán dominando una segunda lengua. Para el subdirector del centro, Miguel Erazo, que los niños hablen inglés ayuda a las familias y al país. “Las opciones de trabajo que tendrán estos niños son altas”. La primera generación de alumnos en esta modalidad saldrá en los próximos seis años.
Flores estableció que se espera que le proyecto se amplíe a más centros escolares de la región.
Altia paga la labor de los docentes que enseñan a los niños el idioma y los padres de familia compran parte de los libros que los niños utilizarán en sus clases, explicó el subdirector.
Los padres de familia también aplaudieron la labor que se hace en el centro porque se está forjando un mejor futuro para sus pequeños.
“Cuando mi hijo salga de la escuela hablará dos idiomas, eso le abrirá muchas oportunidades”, dijo uno de los padres.
