Tegucigalpa, Honduras.
Mientras la compañía Emco construye el aeropuerto de Palmerola, que costará más de $160 millones, Comayagua se fortalece con nuevas obras de infraestructura valoradas en más de L600 millones (más de $25 millones) con el objeto de afrontar las necesidades que surgirán en los próximos años en este municipio.
La Municipalidad y el Gobierno son los actores que en este momento crean las condiciones de infraestructura que serán concluidas antes de que se estrene la terminal.
Con más de L260 millones, el Gobierno construye un bulevar de cuatro carriles, también un puente sobre el río Humuya, para conectar el casco histórico de la ciudad con la carretera CA-5 que la Concesionaria Vial de Honduras (Covi) ha ampliado en los últimos años.
El gobierno local, dirigido por el alcalde Carlos Miranda, comenzará en los próximos meses la instalación de un sistema de agua potable que cubrirá a toda la ciudad (con un tiempo útil de unos 30 años), cuya inversión superará los L300 millones financiados por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica).
“Vamos a trabajar en las obras de servicio de agua potable, están construyendo el bulevar y un nuevo puente. Estas y otras obras suman más de 600 millones de lempiras para responder a las necesidades que el aeropuerto va a exigir. Estos son los preparativos que estamos impulsando”, dijo Miranda.
Al mismo tiempo, empresarios nacionales y extranjeros, y también universidades, exploran las oportunidades que ofrece Comayagua desde que Emco pusiera, en diciembre de 2016, a trabajar la maquinaria dentro de la zona militar de Palmerola que albergará el aeropuerto civil de seis puentes aéreos.
A finales de diciembre de 2016, autoridades académicas de la Universidad de Málaga, España, visitaron Comayagua y les expresaron a los ediles la intención de construir un parque tecnológico que impulsaría el surgimiento de nuevas empresas agroindustriales en la zona central del país.
“El inicio de la construcción del aeropuerto es una excelente oportunidad para Comayagua, se está convirtiendo en una plataforma para el mundo. Hay muchas iniciativas privadas que ya están proyectadas y nosotros tenemos unas previsiones importantes, como el plan de ordenamiento del territorio para que las nuevas inversiones estén colocadas en los sitios que correspondan de acuerdo a la forma de uso del suelo”, explicó Luis Fuentes, regidor municipal.
En enero, empresarios de Panamá arribaron a esta ciudad colonial con el propósito de descubrir el nuevo potencial que aflora con la construcción de la nueva puerta área de Honduras que será operada por el
Aeropuerto de Múnich, Alemania (Flughafen München).
Antes de que los valores catastrales suban y la competencia se asiente, los panameños les expresaron interés a las autoridades locales en adquirir terrenos, “lo antes posible”, para instalar fábricas o empresas del área logística en cualquier punto del valle de Comayagua que tiene una extensión de más de 100 kilómetros cuadrados.
El regidor Francisco Valdez es del criterio que este municipio ya comenzó a ganar protagonismo y, en pocos años, “será un punto estratégico para la economía del país, porque desde aquí podrán exportar productos agrícolas cosechados en el valle por empresarios nacionales y por extranjeros que lleguen” motivados por las novedades.
En la actualidad, empresarios nacionales cultivan vegetales orientales en el valle. La producción la exportan a través de Puerto Cortés y por el aeropuerto de Comalapa de El Salvador.
La población del municipio se siente entusiasmada porque, después de más de una década de promesas de un aeropuerto, por fin logran ver máquinas removiendo tierra y preparando el área adonde construirán los edificios.
Desde la carretera CA-5, la cual conecta a Tegucigalpa con San Pedro Sula, los comayagüenses observan en estos días los tractores, volquetas y camiones cisternas trabajando en la zona que estuvo bajo el control militar, la cual, próximamente, albergará un edificio adonde llegarán los viajeros para embarcar y desembarcar.
“Para todas las comunidades circunvecinas, este aeropuerto nos traerá desarrollo y más empleo. Ya lo estamos viendo con los avances de la construcción”, dijo Humberto Mejía, originario de la Villa de San Antonio, Comayagua, mientras esperaba un autobús frente al lugar adonde las máquinas remueven la tierra.
Mejía y habitantes de Comayagua consultados por LA PRENSA presagian un futuro con oportunidades que propiciarán la creación de nuevos modelos de negocios.
Aquí, todos los habitantes están convencidos de que dentro de poco observarán más hoteles, restaurantes, tiendas y otros negocios que generarán cientos de empleos a los jóvenes.
Mientras la compañía Emco construye el aeropuerto de Palmerola, que costará más de $160 millones, Comayagua se fortalece con nuevas obras de infraestructura valoradas en más de L600 millones (más de $25 millones) con el objeto de afrontar las necesidades que surgirán en los próximos años en este municipio.
La Municipalidad y el Gobierno son los actores que en este momento crean las condiciones de infraestructura que serán concluidas antes de que se estrene la terminal.
Con más de L260 millones, el Gobierno construye un bulevar de cuatro carriles, también un puente sobre el río Humuya, para conectar el casco histórico de la ciudad con la carretera CA-5 que la Concesionaria Vial de Honduras (Covi) ha ampliado en los últimos años.
El gobierno local, dirigido por el alcalde Carlos Miranda, comenzará en los próximos meses la instalación de un sistema de agua potable que cubrirá a toda la ciudad (con un tiempo útil de unos 30 años), cuya inversión superará los L300 millones financiados por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica).
| Mientras el aeropuerto es construido en Palmerola, la carretera CA-5 es ampliada.
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Al mismo tiempo, empresarios nacionales y extranjeros, y también universidades, exploran las oportunidades que ofrece Comayagua desde que Emco pusiera, en diciembre de 2016, a trabajar la maquinaria dentro de la zona militar de Palmerola que albergará el aeropuerto civil de seis puentes aéreos.
A finales de diciembre de 2016, autoridades académicas de la Universidad de Málaga, España, visitaron Comayagua y les expresaron a los ediles la intención de construir un parque tecnológico que impulsaría el surgimiento de nuevas empresas agroindustriales en la zona central del país.
“El inicio de la construcción del aeropuerto es una excelente oportunidad para Comayagua, se está convirtiendo en una plataforma para el mundo. Hay muchas iniciativas privadas que ya están proyectadas y nosotros tenemos unas previsiones importantes, como el plan de ordenamiento del territorio para que las nuevas inversiones estén colocadas en los sitios que correspondan de acuerdo a la forma de uso del suelo”, explicó Luis Fuentes, regidor municipal.
| La Municipalidad se prepara para desarrollar obras de saneamiento.
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Antes de que los valores catastrales suban y la competencia se asiente, los panameños les expresaron interés a las autoridades locales en adquirir terrenos, “lo antes posible”, para instalar fábricas o empresas del área logística en cualquier punto del valle de Comayagua que tiene una extensión de más de 100 kilómetros cuadrados.
El regidor Francisco Valdez es del criterio que este municipio ya comenzó a ganar protagonismo y, en pocos años, “será un punto estratégico para la economía del país, porque desde aquí podrán exportar productos agrícolas cosechados en el valle por empresarios nacionales y por extranjeros que lleguen” motivados por las novedades.
En la actualidad, empresarios nacionales cultivan vegetales orientales en el valle. La producción la exportan a través de Puerto Cortés y por el aeropuerto de Comalapa de El Salvador.
| Empresarios nacionales y extranjeros exploran las oportunidades de hacer negocios en este municipio.
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Desde la carretera CA-5, la cual conecta a Tegucigalpa con San Pedro Sula, los comayagüenses observan en estos días los tractores, volquetas y camiones cisternas trabajando en la zona que estuvo bajo el control militar, la cual, próximamente, albergará un edificio adonde llegarán los viajeros para embarcar y desembarcar.
“Para todas las comunidades circunvecinas, este aeropuerto nos traerá desarrollo y más empleo. Ya lo estamos viendo con los avances de la construcción”, dijo Humberto Mejía, originario de la Villa de San Antonio, Comayagua, mientras esperaba un autobús frente al lugar adonde las máquinas remueven la tierra.
Mejía y habitantes de Comayagua consultados por LA PRENSA presagian un futuro con oportunidades que propiciarán la creación de nuevos modelos de negocios.
Aquí, todos los habitantes están convencidos de que dentro de poco observarán más hoteles, restaurantes, tiendas y otros negocios que generarán cientos de empleos a los jóvenes.
