Tegucigalpa, Honduras.
El abandono al tratamiento de un niño con cáncer en Honduras ha disminuido de un 32% a 10% en la actualidad.
La Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer se ha convertido en un modelo a nivel latinoamericano por la efectividad de las clínicas para la aplicación ambulatoria de los medicamentos en las zonas de mayor incidencia.
Estas clínicas están en el Hospital Gabriela Alvarado, de Danlí, Hospital Roberto Suazo Córdova, de La Paz, Hospital Regional del Sur, de Choluteca, Hospital San Francisco, de Juticalpa, y el Hospital Regional Atlántida, de La Ceiba.
El 90% de los niños que padecen de cáncer provienen de familias de escasos recursos económicos, por lo que les resulta casi imposible proveer los medicamentos oncológicos a sus pequeños.
María Triminio Jiménez (de 54 años) es madre de Cinthia Cárdenas (de 15), a quien le detectaron linfoma de Hodgkin, que es un cáncer del tejido linfático.
Este tejido se encuentra en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y en otros sitios.
Cada vez que le toca el tratamiento viaja desde Nacaome, Valle, hasta la capital.
María confía en Dios y que su hija podrá ganar la batalla contra el cáncer.
“Ella recayó y ya tenemos como 14 meses de estar viniendo al tratamiento”, manifestó. La Fundación brinda todo el medicamento a Cinthia y todos los menores que padecen esta enfermedad; asimismo, da atención médica.
En el país más 5,589 infantes han sido afectados por algún tipo de cáncer.
El abandono al tratamiento de un niño con cáncer en Honduras ha disminuido de un 32% a 10% en la actualidad.
La Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer se ha convertido en un modelo a nivel latinoamericano por la efectividad de las clínicas para la aplicación ambulatoria de los medicamentos en las zonas de mayor incidencia.
Estas clínicas están en el Hospital Gabriela Alvarado, de Danlí, Hospital Roberto Suazo Córdova, de La Paz, Hospital Regional del Sur, de Choluteca, Hospital San Francisco, de Juticalpa, y el Hospital Regional Atlántida, de La Ceiba.
El 90% de los niños que padecen de cáncer provienen de familias de escasos recursos económicos, por lo que les resulta casi imposible proveer los medicamentos oncológicos a sus pequeños.
María Triminio Jiménez (de 54 años) es madre de Cinthia Cárdenas (de 15), a quien le detectaron linfoma de Hodgkin, que es un cáncer del tejido linfático.
Este tejido se encuentra en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y en otros sitios.
Cada vez que le toca el tratamiento viaja desde Nacaome, Valle, hasta la capital.
María confía en Dios y que su hija podrá ganar la batalla contra el cáncer.
“Ella recayó y ya tenemos como 14 meses de estar viniendo al tratamiento”, manifestó. La Fundación brinda todo el medicamento a Cinthia y todos los menores que padecen esta enfermedad; asimismo, da atención médica.
En el país más 5,589 infantes han sido afectados por algún tipo de cáncer.
