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Ejercicio y buena alimentación son claves para frenar la diabetes juvenil

  • 18 febrero 2017 /

Más de 800 pacientes reciben tratamiento en el Mario Rivas. En el IHSS detectan 500 al año.

San Pedro Sula, Honduras

La diabetes juvenil o diabetes tipo 1 es una de las enfermedades endocrinas y metabólicas más comunes en la niñez, de acuerdo a un informe de 2016 de la Federación Internacional de Diabetes (FID).

El mismo documento indica que en el mundo existen cerca de 347 millones de personas que sufren diabetes, principalmente la tipo 2 que es provocada por la obesidad y el estilo de vida.

Aunque se piensa que los genes juegan un papel en el desarrollo de diabetes tipo 1, los expertos no saben con certeza a qué se debe el incremento en los casos de la enfermedad.

En este contexto, Oscar Zúniga, pediatra endocrinólogo del hospital Mario Catarino Rivas, indicó que en el centro asistencial los pacientes con el padecimiento aumentan aproximadamente un 1.5% cada año.

La enfermedad

El especialista refirió que el mal no distingue sexos, no obstante, las mujeres son más afectadas psicológicamente. En los peores casos puede aparecer en los primeros meses de vida de un bebé.

“Sabemos que la diabetes tipo 2 surge principalmente por la mala alimentación, pero en los niños y adolescentes o al menos en la mayoría de ellos no funciona así”, dice Zúniga.

Explica que en la diabetes juvenil, el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las células beta, las cuales producen la insulina. Cuando no hay suficiente insulina el organismo no puede utilizar el azúcar en la sangre como combustible.

Agrega que de los más de 800 pacientes que reciben tratamiento anualmente en el centro hospitalario, al menos el 25% han sido diagnosticados en una etapa tardía.

El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) diagnostica entre 450 y 500 casos al año, de los cuales entre el 5% y el 10% son jóvenes y niños.

Jamie Patricia Cardoza, doctora especialista en endocrinología y nutrición en el IHSS, dice que antes, como consecuencia de la enfermedad, puede haber infecciones en la piel, cicatrización de lastimaduras o moretones más lenta que lo habitual y hormigueo o adormecimiento de las extremidades.

Los objetivos inmediatos del tratamiento son contrarrestar las condiciones que ponen en riesgo la vida del paciente.

Quienes sufren del padecimiento deben recibir una inyección diaria de insulina para lograr prolongar su vida. En el Catarino Rivas el medicamento en presentación de un frasco se ofrece a L100.

Ledy Brizzio, directora general del sanatorio, detalla que en promedio el consumo mensual del antídoto es de 1,488 frascos.

Alimentación. Danori Carbajal, especialista en nutrición clínica, aconseja que acompañado del suministro diario de medicinas debe tomarse en cuenta el ejercicio continuo, cuidado de los pies, dieta y control de las comidas.

“La alimentación tiene que ser la adecuada en macronutrientes porque recordemos que los niños están en fase de crecimiento, entonces el porcentaje de proteínas, calorías y grasa tienen que ser los apropiados para no interrumpir su desarrollo”, agrega Carbajal.

Añadió que para esto se debe educar tanto al enfermo como a sus familiares, pues en la mayoría de los casos no tienen consciencia de los daños que provoca la mala calidad de las comidas.