Tegucigalpa, Honduras.
Siete autores de tres crímenes que conmocionaron a la sociedad de Honduras entre 2011 y 2015 fueron remitidos a la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, para ser aislados en El Pozo.
Se trata de Marvin Noel Andino Mascareño, condenado en abril de 2014 a 22 años de cárcel por el asesinato en 2011 del exasesor antidrogas Alfredo Landaverde en Tegucigalpa.
Se suman los exagentes de la Policía Nacional José Rubén Pozo, Wilson Roberto Cardona y Gabriel Donatilo Mancía, sentenciados en abril de 2014 a 58 años de prisión por el asesinato de dos jóvenes universitarios, uno de ellos hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Julieta Castellanos.
Por el mismo caso también condenaron a 66 años de cárcel a Santos Arnulfo Padilla, quien terminará de cumplir su pena en El Pozo porque fue quien disparó contra los universitarios Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda, la madrugada del 22 de octubre de 2011, según el testimonio de sus mismos compañeros.
Siete autores de tres crímenes que conmocionaron a la sociedad de Honduras entre 2011 y 2015 fueron remitidos a la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, para ser aislados en El Pozo.
Se trata de Marvin Noel Andino Mascareño, condenado en abril de 2014 a 22 años de cárcel por el asesinato en 2011 del exasesor antidrogas Alfredo Landaverde en Tegucigalpa.
Se suman los exagentes de la Policía Nacional José Rubén Pozo, Wilson Roberto Cardona y Gabriel Donatilo Mancía, sentenciados en abril de 2014 a 58 años de prisión por el asesinato de dos jóvenes universitarios, uno de ellos hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Julieta Castellanos.
Por el mismo caso también condenaron a 66 años de cárcel a Santos Arnulfo Padilla, quien terminará de cumplir su pena en El Pozo porque fue quien disparó contra los universitarios Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda, la madrugada del 22 de octubre de 2011, según el testimonio de sus mismos compañeros.
A la misma prisión también enviaron a Gabriel Enrique Ponce y Fredy Mauricio Mejía, condenados el martes a 36 años y ocho meses de prisión por el asesinato en abril de 2015 del expresidente de la Corte Centroamericana de Justicia Eduardo Gauggel y su hijo, del mismo nombre, en San Pedro Sula.
Otros dos cómplices de los acusados y condenados por el caso de Gauggel y su hijo andan prófugos.
Entre 2016 y lo que va de 2017 suman 84 los reos que han sido enviados a El Pozo, donde los recluidos solamente tienen una hora de sol diaria. La comunidad de presos en dicha prisión ya supera los 300.
Condena ejemplar
El presidente Juan Orlando Hernández explicó las razones de los nuevos traslados.
“Yo quiero dejar sentado también algo que es muy importante en términos de mensaje y del nuevo orden de cosas que estamos construyendo en el país. Estos casos se refieren a personas que cometieron actos violentos, delitos emblemáticos o de alto impacto”.
“El mensaje del Estado es claro: si van a El Pozo es porque no solamente están siendo sentenciados, sino que van a cumplir su sentencia y condena de manera ejemplarizante”, expresó.
“Es bueno que todo el mundo sepa qué es lo que ocurre cuando este tipo de casos se dan y qué va ocurrir de ahora en adelante”, advirtió el presidente Hernández.
| Fredy Mauricio Mejía, por el crimen de los Gauggel.
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| Gabriel Enrique Ponce por el crimen de los Gauggel.
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| Gabriel Donatilo Marcia Hernández.
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| Marvin Noel Andino Mascareño, por el crimen de Alfredo Landaverde.
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| Santos Arnulfo Padilla Rodríguez.
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| Wilson Roberto Córdoba.
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| José Rubén Pozo, por el crimen del hijo de la rectora y su amigo.
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