Tegucigalpa, Honduras
Las cosas volverán a la normalidad en la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) a partir de este lunes.
La Junta Interventora visitó el campus esta semana, y luego de varias reuniones con los estudiantes, trabajadores y docentes de la institución, fue posible crear un cronograma de actividad que permitirá retornar a la vida universitaria.
Las clases para completar el tercer período académico comenzarán el 30 de enero para los 5,000 estudiantes de la UNA.
Ayer se reincorporó el personal encargado de la producción porcina y avícola.
Para el próximo lunes deben estar en sus puestos los empleados del departamento de Registro. Ellos se encargarán de la revisión de expedientes y la completación de los cuadros de calificaciones.
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Con el final de la huelga nació una ternerita bajo los cuidados de los estudiantes. Ellos la llamaron “Victoria” que representa el triunfo luego de 62 días de lucha.
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También deben revisar que el sistema de registro de calificaciones esté en óptimas condiciones.
Será hasta el martes 24 que los maestros que tengan pendiente la entrega de cuadros de calificaciones y los que tengan pendiente revisiones de tesis, llegarán a la institución.
El miércoles 25, todos los maestros deberán estar en las aulas en sus actividades asignadas.
Ese mismo día, la junta interventora se reunirá con el personal de seguridad y con la junta del sindicato de trabajadores.
Hallazgos
Los tres comisionados regresaron a Tegucigalpa luego de tres días de revisiones al campus universitario. El presidente de la Junta, Marcial Solís, manifestó que una de las cosas más difíciles del conflicto es hacer que los estudiantes confíen en sus autoridades. “Ellos necesitaban aprender a tener confianza en sus autoridades, no fue fácil para ellos, ni fue fácil para nosotros, pero lo importante es que lo hemos logrado”, comentó Solís.
Alabó la actitud que tuvieron los alumnos de la UNA en cuanto al manejo de los recursos que están dentro de las instalaciones.
“Ellos han demostrado que están capacitados, han cuidado la universidad con un alto sentido de responsabilidad, lo han hecho muy bien a pesar que no es una universidad fácil de administrar”.
De la misma manera, afirmó que son evidentes los problemas de hacinamiento.
Reforma
Sobre los hombros de la junta Interventora está la responsabilidad de mejorar todas las áreas de la UNA.
Desde la infraestructura hasta el tema curricular, pasando por los procesos de admisión y matrícula.
La UNA pasó de tener 500 estudiantes en sus inicios a tener más de 5,000 actualmente. Sin embargo, las condiciones físicas del campus no son adecuadas para el crecimiento estudiantil.
Esto ha generado graves niveles de hacinamiento en los dormitorios de los muchachos.
Solís dijo que es necesario analizar los procesos de admisión, esto con el fin de que se les pueda dar una educación de calidad con lo que el presupuesto asignado permita. “No podemos hacer una administración deficitaria, no podemos sostener más alumnos que los que el presupuesto nos aprueba, tenemos que tomar decisiones, pero es un proceso”, comentó.
