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Otra vez el lirio acuático se adueñó de la laguna Jucutuma

  • 22 octubre 2016 /

Las autoridades encargadas de ejecutar el proyecto de limpieza dicen que rescatarla es una misión casi imposible.

San Pedro Sula, Honduras

La invasión del lirio acuático no cesa en la laguna Jucutuma. La situación lejos de mejorar solo ha empeorado los últimos meses de este año, aseguran expertos y pobladores provenientes de aldeas aledañas al lugar.

Sobre el rescate de la laguna se ha hablado mucho, pero los esfuerzos han sido insuficientes, según la ciudadanía.

El panorama es muy poco alentador, ya que cada vez se ve menos el espejo de agua.

En el sector no solo se está perdiendo un tesoro natural, sino también un sitio de recreación familiar.

Carlos Flores, director de Desarrollo de Educación Ambiental de Honduras (Edamh), organización que tomó las riendas del proyecto de rescate de Jucutuma en 2015, manifestó que debido a la contaminación y el lirio acuático que a la fecha cubre casi el 80% de la laguna, esta ha perdido más de un metro de extensión en varios puntos.

El depósito natural de agua tiene una prolongación de 440 hectáreas aproximadamente, de las cuales 300 son contaminadas con aguas negras procedentes de unas 500 casas afincadas en las aldeas y caceríos colindantes.

“La situación de Jucutuma es muy especial, rescatarla es una misión casi imposible y solo el compromiso de la ciudadanía en el desarrollo de prácticas amigables con la naturaleza, de la mano de un verdadero trabajo conjunto de diferentes entidades gubernamentales y demás sectores del país, podrían salvar algo que está prácticamente perdido”, sentenció Flores.

Detalló que con los cerca de L2.2 millones que fueron entregados a la organización por parte de la Municipalidad para el proyecto de recuperación lograron extraer 250 hectáreas de maleza y lechuga.

Además desarrollaron varios estudios con los que pudieron determinar que la masa vegetativa que invade la laguna es cada vez mayor debido a que se alimenta de los nutrientes de las aguas sucias que desembocan en ella, lo que ha llevado a que se formen islotes de hasta de una manzana de longitud.

Optimismo

En el caso de Jucutuma no todo está perdido, aseguran expertos familiarizados con el caso.

Diana Betancourt, ingeniera civil y máster en Saneamiento Ambiental y Recursos Hídricos, considera que la laguna es muy valiosa para San Pedro Sula por su alto potencial ecoturístico al ser el albergue de muchas especies de aves tanto endémicas como migratorias.

Rescatarla es posible, según Betancourt, si se establece una regulación y plan de acción para cortar el flujo de nutrientes y contaminantes del sistema de la laguna.

“No solo se trata de limpiar la laguna y que se vea bonita. Hablamos de impulsar este lugar como sitio para el turismo local”, aconsejó José Galdámez, ministro de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (Mi Ambiente). No precisó si su Ministerio hará aportes.

Parque arqueológico Currusté está sumido en el abandono
Evidentemente descuidado se ve el parque arqueológico Currusté que desde hace meses está convertido en un guamil.

Los habitantes del lugar manifiestan que el centro recibe escasas visitas, ya que no es muy conocido y sus condiciones no son las mejores.

Es el primer sitio arqueológico de San Pedro Sula, nombrado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).

Autoridades de la Municipalidad dijeron que esperan retomar el proyecto para transformarlo en una zona que incluya la laguna de Jucutuma como destino turístico.

Currusté está al este de la ciudad, a un costado de la carretera que conduce a Ticamaya. Su extensión es de 5.1 manzanas y posee una red de senderos.