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'Las redes sociales son el peor escenario del libertinaje': Rodrigo Wong Arévalo

  • 23 octubre 2016 /

Asegura que el expresidente Manuel Zelaya nunca fue un liberal auténtico

San Pedro Sula, Honduras

Con una amplia experiencia en radio y televisión, Rodrigo Wong Arévalo se destaca a sus 68 años en un grupo de periodistas y propietarios de medios que inciden en la vida política del país.

En 20 minutos elabora sus editoriales que por su estructura y creatividad, tambalean a personajes de la vida política. Hace 30 años, los militares le pusieron una bomba en su carro y vivió para contarlo.

¿Cuándo inició en el periodismo?

Como locutor de cabina deportivo en la HRQN. Viajaba de Puerto Cortés a San Pedro Sula a trabajar con Efraín Zúniga Chacón. Fue un privilegio. HRN me contrató a finales de 1967 y me vine a Tegucigalpa. En 1970 pasé a Radio América, adonde trabajé 20 años.

¿Ahí fue su despegue?

Sí, para ser franco fui el autor de ese periodismo que ahora lo detesto, el contestatario, en el que uno abusa de la temeridad sabiendo de que a veces incurrimos en muchos errores.

¿En qué está basado ese tipo de periodismo?

Es en el que uno ve el periodismo como un propulsor para cambiar el mundo y no lo somos. Es más exagerado y radical que el periodismo confrontativo. Lo nuestro era dirigir a derrocar.

¿Derrocaron a alguien?

Lo hicimos en 1975. Fuimos los causantes del derrocamiento de Oswaldo López Arellano al haber difundido por 16 horas una denuncia del Wall Street Journal sobre el soborno del banano.

¿Lograron más salidas de funcionarios?

Denunciamos la venta de terrenos en Los Charcos, nos volamos a una planilla completa del Ministerio de Hacienda, el ministro era Valentín Mendoza. En el Gobierno de Carlos Reina forzamos la salida del canciller Ernesto Paz por venta de especies fiscales.

¿Por qué ya no le gusta ese estilo?

Porque es un periodismo temerario que solo se juega con base en la inexperiencia.e_SFlb ¿Expuso su vida?

Confronté muchas situaciones donde expuse mi vida. En 1986 fui objeto de un atentado por el alto mando de las Fuerzas Armadas que dirigía el general Humberto Regalado Hernández.

¿Por qué lo querían matar?

Porque establecí una tesis en el Gobierno de Roberto Suazo Córdova, de que el territorio hondureño era un portaviones para que aquí operaran los Contras. Yo insistía en que no les entregaran dinero a los militares.

¿Presintió el atentado?

El coronel Núñez Montes del G2 me advirtió. Después de una reunión me dijo: “Estás hablando mucha m..., te vamos a pegar una jodida de la que no te vas a acordar”.

¿Lo conocía bien?

Era vecino mío en la colonia Primavera. Él se fue de su casa el domingo 3 de agosto y la bomba me la pusieron el lunes a las dos de la madrugada, pero explotó a las 4:05.

¿Qué recuerda de ese fatídico día?

Estaba en la casa durmiendo. Salía hacia la radio a las 4:00 am. Ese día por designios de la Divina Providencia cambié la rutina. En lugar de poner el reloj a las 4:00, lo puse a las 5:00 am.

¿Qué sabe del atentado 30 años después?

Me pusieron un explosivo plástico c4 mortífero abajo del asiento del carro. Explotó, quedó totalmente destruido, igual que la casa. Para no dejar dudas, a las 7:05 am Regalado Hernández me llamó y dijo: “Aja vos te sacaron un susto”.

¿Lo denunció?

Por supuesto que sí. Es más, hay personas vivas. Conozco quién articuló la bomba, fue una unidad del batallón 3-16. Participaron varios como un mayor de apellido Andino, ahora es diputado de Libre. Juró que no fue él.

¿Era muy difícil hacer periodismo en esa época?

Igual que ahora. Lo que pasa es que hoy se ha agravado la situación con el estado de inseguridad por el problema de las maras o pandillas.

¿Cómo ve las Fuerzas Armadas hoy?

Han evolucionado. Se han profesionalizado y se les ve con respeto. Antes eran militares burros, de cerro.

¿Ha pensado en escribir su historia?

Ya estoy escribiendo una obra autobiográfica. Hablo de cómo la incidencia política influyó en mí cuando apenas estaba en segundo curso y le dieron golpe de Estado a Ramón Villeda Morales.

¿Qué estudió?

Primero soy maestro de educación primaria, egresado de medios y desgraciadamente después abogado (risas).

¿Qué disfruta más del periodismo?

Dos cosas simultáneamente: presentar noticias a mi estilo y escribir. Soy un escribidor, como dice Mario Vargas Llosa.

¿Es cierto que en 15 minutos hace el editorial?

No tanto como eso, pero los hago en 20 (risas). El hábito hace al monje, escribo artículos editoriales desde 1977.

¿A quién le gusta leer?

A Vargas Llosa, he leído todos sus libros. Disfruto leer sus columnas de opinión que aparecen todos los domingos en LA PRENSA.

¿Está de acuerdo con Llosa de que las redes sociales quitan el tiempo?

En un 100%; son más negativas que positivas. Primero por el salvaje libertinaje en el que cualquier majadero puede escribir infundios e insultos. Son el peor escenario del libertinaje.

¿Cómo las han incorporado en sus medios?

Estamos trabajando con empresas responsables tanto aquí como en EUA. Reconocemos el liderazgo de Opsa porque se preocupó hace 10 años, los demás estamos entrando. Nunca es tarde.

¿Cómo ve el escenario político?

De no ser por el tema de la reelección, lo veo normal. Con menos movimientos el Partido Liberal y muy disciplinados los nacionalistas.

¿Ha tratado de incursionar en política?

En eso soy radicalmente vertical, el periodista no debe aspirar a un cargo. Es distinto a asumir la responsabilidad ciudadana.

¿Apoya a un político en particular?

Me inclino abiertarmente con el precandidato del Partido Liberal, Luis Zelaya. Lo veo prometedor por sus capas académicas. Soy un liberal practicante.

¿Le ve esperanza al Partido Liberal?

Muchas, es un partido que siempre ofrece buenas alternativas. En la única que nos equivocamos en que no era liberal fue con Manuel Zelaya. Lo adiviné en su primer año de Gobierno.

¿Cuántas veces lo han llamado a los tribunales?

Tres veces, una con el expresidente Rafael Callejas, otra Jaime Rosenthal y la tercera Gautama Fonseca. En los primeros dos se hicieron arreglos judiciales y en la última demostré que dije la verdad.

¿Debe disculparse un periodista?

Por supuesto, todos cometemos errores y existe el derecho a réplica en la Ley de Emisión del Pensamiento. Hay que ser responsables.