La mayoría de los policías separados pertenecen a Tránsito

Los primeros 192 elementos fueron cancelados el pasado 19 de septiembre y los últimos 303 el día de ayer.

La Comisión de Depuración informó que luego de la evaluación efectuada en los últimos días se ha pedido al secretario de Seguridad, Julián Pacheco, que proceda a la cancelación de los acuerdos de estos uniformados.

Dentro del grupo de separados hay 218 policías de los grados de suboficiales II y III, clases I,II y III, agentes de la escala básica y auxiliares.

Asimismo, se ordenó cancelar el acuerdo de nombramiento por abandono a 33 uniformados en los grados de subisnpectores, suboficiales I, clase I, agentes de investigación, policías técnicos, agentes de la escala básica y auxiliares, esto en aplicación del artículo 126 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional.

También se ordenó despedir sin responsabilidad del Estado a 10 miembros de la carrera policial en los grados de suboficiales y de la escala básica.

Los depuradores además ordenaron cancelar el acuerdo por retiro voluntario a 41 policías y por sentencia firme condenatoria del tribunal competente a un agente policial.

La cancelación de la gran mayoría de estos agentes obedece a la comisión de diferentes faltas y delitos durante su trayectoria en la institución.

Muchos de los policías pertenecen a las desaparecidas Dirección Nacional de Tránsito y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).

Barrida

La evaluación de los restantes miembros de la institución policial continuará en las próximas semanas hasta completar la nómina de 10,000 elementos que falta por evaluar.

Omar Rivera, miembro de la Comisión Depuradora, dijo que la meta es separar unos 2,000 agentes que ya no son idóneos para continuar en la institución.

La mayoría de estos agentes depurados serán sustituidos por las dos últimas promociones que han egresado del Instituto Tecnológico Policial (ITP) de Comayagua.

Para 2022, la Policía incrementar su nómina en 26,000 agentes policiales a nivel nacional a fin de cumplir a cabalidad con los estándares internacionales de número de policías por cada 100,000 habitantes.