San Pedro Sula, Honduras.
Las autoridades municipales deben tomar decisiones por la ciudad y no por política para ordenar el centro de la ciudad, asegura el presidente del Colegio de Arquitectos de Honduras, Aldrin Paz.
Paz, presidente de la zona noroccidental, reaccionó así al conocer que los vendedores estacionarios de nuevo se apoderan de las aceras de calles y avenidas del centro de la ciudad.
El arquitecto lamentó que están invadiendo el derecho de vía y tomando las aceras.
Calificó como grave el hecho que la catedral esté cercada por los vendedores de ropa, zapatos y otros artículos porque es un sitio representativo de la ciudad, visitado por turistas. “Con la nueva ordenanza esperamos que se garantice la libre locomoción a los peatones porque es un derecho constitucional”, añadió.
El profesional de la arquitectura reconoció que es una lucha continua mantener despejadas las calles, avenidas y aceras. “Aunque se esté buscando una solución definitiva no debe permitirse que se coloquen más puestos en lugares que estaban desocupados”, detalló.
Recomendó hacer un verdadero inventario de la cantidad de vendedores.
El párroco de la catedral, José Antonio Canales, dijo que la situación es incontrolable, aunque la gente tiene derecho a trabajar, pero en orden. “Nosotros cerramos la puerta lateral izquierda porque no se podía celebrar misa y hoy las aceras están ocupadas por ese lado”, dijo.
Hasta ayer en horas de la tarde las autoridades municipales no reaccionaron ante las demandas de los sampedranos que ven cómo poco a poco las aceras se están perdiendo.
Las autoridades municipales deben tomar decisiones por la ciudad y no por política para ordenar el centro de la ciudad, asegura el presidente del Colegio de Arquitectos de Honduras, Aldrin Paz.
Paz, presidente de la zona noroccidental, reaccionó así al conocer que los vendedores estacionarios de nuevo se apoderan de las aceras de calles y avenidas del centro de la ciudad.
El arquitecto lamentó que están invadiendo el derecho de vía y tomando las aceras.
Calificó como grave el hecho que la catedral esté cercada por los vendedores de ropa, zapatos y otros artículos porque es un sitio representativo de la ciudad, visitado por turistas. “Con la nueva ordenanza esperamos que se garantice la libre locomoción a los peatones porque es un derecho constitucional”, añadió.
El profesional de la arquitectura reconoció que es una lucha continua mantener despejadas las calles, avenidas y aceras. “Aunque se esté buscando una solución definitiva no debe permitirse que se coloquen más puestos en lugares que estaban desocupados”, detalló.
Recomendó hacer un verdadero inventario de la cantidad de vendedores.
El párroco de la catedral, José Antonio Canales, dijo que la situación es incontrolable, aunque la gente tiene derecho a trabajar, pero en orden. “Nosotros cerramos la puerta lateral izquierda porque no se podía celebrar misa y hoy las aceras están ocupadas por ese lado”, dijo.
Hasta ayer en horas de la tarde las autoridades municipales no reaccionaron ante las demandas de los sampedranos que ven cómo poco a poco las aceras se están perdiendo.
