Las personas mayores pobres podría ser más propensas a ser más vulnerables a la demencia

El estatus financiero podría ser un factor representante de una dieta y un estilo de vida mal gestionados

Estados Unidos


Ser pobre a una edad avanzada podría aumentar el riesgo de demencia en un 50%, sugiere una investigación reciente.

'Nuestro estudio confirma que el riesgo de demencia se reduce en las personas mayores prósperas en comparación con las que tienen menos recursos económicos', señaló la investigadora principal, Dorina Cadar.

'Las estrategias de salud pública para la prevención de la demencia deben dirigirse a las lagunas socioeconómicas para reducir las disparidades de salud y proteger a los que están particularmente marginados', añadió Cadar.

Cadar es asociada de investigación en el departamento de ciencias conductuales y salud del Colegio Universitario de Londres.

Muchos factores podrían intervenir en los hallazgos, entre ellos las diferencias en el estilo de vida y la salud general. Además, las personas ricas tienen mayores oportunidades sociales y culturales que les permiten mantenerse activamente implicadas en el mundo, explicó Cadar.

Pero el estudio no probó que la pobreza provoque un aumento directo en el riesgo de demencia, solo que había una asociación.

El doctor Sam Gandy, director del Centro de Salud Cognitiva y de Atención Neurológica de la NFL en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, planteó que es posible que una señal de demencia sea perder el control de las finanzas personales.

'Una mala gestión financiera podría ser una señal temprana de demencia, de forma que los recursos financieros se vean disminuidos a una edad avanzada', sugirió.

'Esto también podría ser una manifestación de disfunción en el pensamiento ejecutivo, como pagar las facturas múltiples veces, o un mal juicio y una vulnerabilidad ante los estafadores', dijo Gandy.

Pero Gandy también concurrió en que el estatus financiero podría ser un factor representante de una dieta y un estilo de vida mal gestionados, y ambas cosas se vinculan con el riesgo de demencia.

Cadar dijo que en 'una muestra inglesa nacionalmente representativa, la incidencia de demencia pareció seguir un patrón socioeconómico, sobre todo a nivel de la riqueza'.

En el estudio, Cadar y sus colaboradores recolectaron datos de más de 6,200 hombres y mujeres de a partir de 65 años de edad.

Un 7 por ciento desarrollaron demencia en los 12 años entre 2002-2003 y 2014-2015.

El riesgo de demencia fue un 50 por ciento más alto entre los más pobres, en comparación con las personas más ricas, encontraron los investigadores.

Ese hallazgo fue independiente del nivel de educación, el nivel de privación y los factores de la salud general.

Rebecca Edelmayer, directora de implicación científica en la Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association), dijo que 'este trabajo ofrece más credibilidad a la creciente lista de evidencias que sugieren que el acceso a una buena atención de la salud y la capacidad de tomar decisiones saludables sobre el estilo de vida de verdad pueden afectar a nuestro riesgo de desarrollar demencia'.

El informe aparece en la edición en línea del 16 de mayo de la revista JAMA Psychiatry.