La testosterona desempeña un rol menor en las vidas íntimas de las mujeres mayores

Las mujeres que tendían a estar más felices y satisfechas con sus relaciones reportaban una mejor función.

  • 25 nov 2014

Estados Unidos

Aunque los niveles de testosterona y otras hormonas reproductivas tienen cierto efecto sobre las vidas íntimas de las mujeres menopáusicas, su salud emocional y la calidad de sus relaciones tienen una influencia más potente, según un estudio reciente.

La testosterona es la principal hormona en los hombres. Pero los ovarios de las mujeres también producen de forma natural unas cantidades pequeñas de la hormona, anotaron los investigadores.

Los investigadores analizaron datos sobre más de 3,300 mujeres estadounidenses que participaban en un estudio a largo plazo sobre la salud de las mujeres. Encontraron que las mujeres con unos niveles más altos de testosterona y otra hormona reproductiva llamada sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEA-S) sentían deseo y se tocaban con mayor frecuencia que las que tenían unos niveles bajos de la hormona.

Pero los vínculos entre los niveles hormonales y la función sexual fueron sutiles, según el doctor John Randolph Jr., de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.

Randolph y sus colaboradores también encontraron que las mujeres que tendían a estar más
felices y satisfechas con sus relaciones reportaban una mejor función.

El estudio aparece en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

'Aunque los niveles de testosterona y otras hormonas reproductivas se vinculaban con los sentimientos de deseo y la frecuencia de la masturbación de las mujeres, nuestro estudio a gran escala sugiere que los factores psicosociales influyen sobre muchos aspectos de la función en la intimidad', señaló Randolph en un comunicado de prensa de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society).

'El bienestar emocional de una mujer y la calidad de su relación íntima son factores contribuyentes tremendamente importantes a su salud', añadió.

'Nuestros hallazgos sugieren que las mujeres menopáusicas que estén insatisfechas con su función deben considerar que esos factores no hormonales desempeñan un rol al discutir el tratamiento con un proveedor calificado de atención de la salud', concluyó Randolph.