Redacción
Uno de los grandes debates puesto, literalmente, sobre la mesa es el de la sal refinada vrs la de mar en cuanto a su aporte mineral. Sin embargo, los especialistas sostienen que ambas contienen sustancias necesarias para el cuerpo.
José Carlos Peña, bioquímico e investigador en ingeniería de alimentos, explica que, para refinarse, la sal marina se somete a presión y calor. Dicho proceso vuelve predominante al cloruro de sodio.
“Cuando se habla de un proceso de refinación, no se pierden minerales, se cambia su proporción. Por ejemplo, la cantidad de sodio y yodo aumenta en proporción a minerales como magnesio, calcio o aluminio”.
“Las cantidades de yodo, que llegan a 30%, pueden ser de beneficio para el sistema hormonal, específicamente tiroideo”, añade el especialista.
La sal de mar se forma únicamente en temporada de calor por la exposición del agua marina a los rayos del sol y, de forma natural, esta variedad conserva minerales, como magnesio, hierro y potasio, que contribuyen a la formación de plaquetas en la sangre. No se debe abusar de su consumo.