No se olvide de consumir los frutos secos para fortalecer su organismo

Estas semillas son fuente de energía y contienen mucha fibra, vitamina E y grasa saludable, como omega 3 y 6

SAN PEDRO SULA.

Los frutos secos forman parte de la alimentación diaria y en esta época puede integrarse en las meriendas o como parte de los postres que sean bajos en calorías.

Las nueces, almendras, pistachos, avellanas, nueces y maní se pueden ingerir solas o añadiéndolas en la ensalada, comida o incluyéndolas en batidos con leche, avena y yogur.

Los frutos secos son fuente de ácidos grasos insaturados, los cuales se relacionan con la salud cardiovascular.

Además, brindan vitamina E y B, fósforo, potasio, cobre, hierro y selenio, evitando así enfermedades degenerativas como el cáncer. Al ser fuente de ácidos grasos, su aporte calórico es alto, por lo que se recomienda consumirlas con moderación.

La máster en nutricón clínica Norma Coello indica que el consumo de almendras reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares: aterosclerosis, isquemia e infarto de miocardio debido a su alto contenido en fibra aumenta el barrido intestinal del colesterol malo, eliminando el exceso.

Mientras que al ingerir dos puñados de pistachos al día reduce los riesgos de enfermedad cardiovascular con la disminución significativa del colesterol malo (LDL-lipoproteina de baja densidad)..

Delicia.

La nutricionista Consuela Pardo detalla que los pistachos son una excelente fuente de grasa con una calidad protectora para el sistema cardiovascular, por el tipo de ácidos grasos esenciales que ofrece. Asimismo, nos aporta proteína y carbohidratos. Dentro de los minerales que nos aporta está el calcio, fósforo, hierro y magnesio.

El consumo de almendras reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares: aterosclerosis, isquemia, infarto de miocardio. Debido a su alto contenido en fibra aumenta el barrido intestinal del colesterol malo, eliminando el exceso.

El maní o cacahuate son ricas en ácido fólico e isoflavonas, por lo que hace que sea rica en grasas omega 6 y fibra. Al consumirla con regularidad reduce el nivel del colesterol.

Las nueces son consideradas un superalimento porque contiene una buena cantidad de ácidos grasos omega 3, los cuales ayudan a reducir el nivel del colesterol y protege el corazón.

También es integrada en dietas para perder peso. Las avellanas destacan por su cantidad de vitamina E, ácidos grasos monoinsaturados, magnesio, fibra, calcio, zinc y hierro. No tienen colesterol y aportan mucha energía.

Medidas

Una porción de pistachos de 30 gramos (50 unidades) nos aporta 160 gramos de calorías, seis gramos de proteína, 14 gramos de grasas y 20 gramos de carbohidratos con un aporte de tres gramos de fibra dietaría.

En 20 bolitas de maní o seis nueces o almendras hay 45 kilocalorías, cinco gramos de grasa poliinsaturada. Aportan grasas poliinsaturadas, las cuales son fuentes de ácidos grasos saludables para el organismo.

Untar 30 gramos de crema de cacahuate en tostadas obtendrá aproximadamente 10 gramos de proteína. Además, esta crema da un gran aporte calórico, calcio e hierro. Esto puede ser una rica merienda para los niños en la escuela.

Especial

Consejos nutricionales de la Organización Mundial de la Salud, (OMS).

1. Comer al menos cinco piezas o porciones (o 400 gramos) de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles crónicas. Y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.

2. Con el fin de mejorar el consumo de frutas y verduras se puede: incluir verduras en todas las comidas, comer frutas frescas y verduras crudas como aperitivos; comer frutas y verduras frescas de temporada; comer una selección variada de frutas y verduras.

3. Reduzca el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria, y de grasas de tipo trans a menos del 1%, y al sustituir esas grasas por las grasas no saturadas. Incluya en su dieta el uso de los aceites naturales para obtener beneficios.

4. La ingesta de grasas puede reducirse: modificando la forma de cocinar: separando la parte grasa de la carne, usando aceites vegetales (de origen no animal) y cociendo los alimentos o cocinándolos al vapor o al horno, en lugar de freírlos.

5. Para mermar el consumo de sal puede reducirse del modo siguiente: no añadiendo sal, aplicando salsa de soja o salsa de pescado al preparar los alimentos, no poniendo sal en la mesa, reduciendo el consumo de aperitivos salados y eligiendo productos con menos contenido en sodio.