SAN PEDRO SULA.
Si con la noticia de que vas a ser mamá los nervios se dispararon y el cuerpo necesita un extra de relajación, considera visitar un spa.
Eso sí, tenga en mente algunas medidas preventivas y consejos médicos.
El ginecólogo René Bailón Uriza indica que si va asistir a un spa le ayudará a dejar atrás la angustia y el estrés que, a su vez, impacta en el sistema inmunológico.
“El masaje, el oler incienso o aromas como canela o vainilla y la música para la relajación son el beneficio del spa. Generan hormonas de bienestar y permiten que el organismo trabaje de forma adecuada”, cuenta.
El médico sugiere no tomar más de una hora de masaje y minimizar el contacto con el vientre para no estimularlo de más y generar contracciones. Sin embargo, si se quiere activar la circulación sanguínea, es recomendable enfocarse en zonas como piernas, nuca y cuello.
Movimientos. Además, hay que evitar el acceso al sauna o al vapor por los cambios que provoca en la presión arterial.
En relación con los aceites y sustancias para la piel, no hay que excederse. Se aconseja aplicar de 10 a 15 minutos, siempre y cuando su densidad no obstruya los poros.
Bailón enfatiza en que su principal recomendación es siempre consultar al ginecólogo antes de asistir a un spa para saber cuál es el riesgo individual.
Padecimientos como diabetes, lupus, hipertensión, preclamsia, embarazos múltiples o tener al bebé en una edad no recomendable son algunos de los factores que imposibilitan que una mujer en cinta asista a un lugar de estos, ya que puede desencadenar complicaciones. Además, se aconseja asistir a este tipo de tratamientos a partir del cuarto mes y hasta el séptimo, y hacerlo en lugares especializados.
“Los primeros meses del embarazo es donde tenemos que ser muy cuidadosos porque no sabemos cómo va a evolucionar. Hay que guardar reposo relativo”.