Los vinos caros pueden engañar al cerebro

Los participantes del estudio reportaron que el vino 'más caro' sabía mejor que uno aparentemente más barato

Estados Unidos

Si usted disfruta de los vinos caros, tenga en cuenta los hallazgos de esta nueva investigación sobre el cerebro: el placer que siente podría tener más que ver con el precio del vino que con su calidad.

'El sistema de recompensa y motivación se activa de forma más significativa con los precios más caros, y aparentemente aumenta la experiencia del sabor de este modo', dijo el investigador Bernd Weber.

Weber es director en funciones del Centro de Economía y Neurociencia de la Universidad de Bonn, en Alemania.

Él y su equipo contaron con una muestra de 30 participantes para el estudio (con un promedio de edad de 30 años) que bebieron vino mientras estaban tumbados en un escáner de IRM. Las reacciones cerebrales fueron monitorizadas a medida que bebían sorbos de vino que les dijeron que era caro, con un precio moderado, o barato. En realidad los vinos eran idénticos.

La investigación previa ha mostrado que las expectativas más altas de las personas sobre la comida cara afecta al modo en que el cerebro procesa el sabor.

'Pero hasta ahora no ha estado claro el modo en que la información sobre el precio en última instancia provoca que el cerebro perciba que el vino caro también sabe mejor', dijo Weber en un comunicado de prensa de la universidad.

Para realizar este estudio, se dio a los participantes un vino tinto con una calidad entre promedio y buena con un precio de venta al detalle por botella de unos 14 dólares. Pero les dijeron que el precio era de 3.50, 7 o 21 dólares.

Los participantes del estudio reportaron que el vino 'más caro' sabía mejor que uno aparentemente más barato.

En última instancia, dijo Liane Schmidt, investigadora y becaria postdoctoral, 'el sistema de recompensa y motivación nos engaña'.

Esto se conoce como el 'efecto placebo del mercadeo', explicaron los investigadores, en referencia a los beneficios para la salud que las personas sienten a menudo cuando se les da un 'placebo', un medicamento falso.

Las medidas de la actividad cerebral en el escáner de IRM confirmaron este efecto.

Ahora, dijo Weber, 'la pregunta emocionante es si es posible entrenar al sistema de recompensa para que sea menos receptivo a estos efectos placebo del mercadeo'.

El estudio aparece en la edición en línea del 14 de agosto de la revista Scientific Reports.