Serena, discreta y fiel, Chelsea Clinton tenía solo dos años cuando hizo campaña por primera vez con su padre Bill para la gobernación de Arkansas, un tierno respaldo que ha mantenido durante su adolescencia y edad adulta hasta convertirse en un pilar clave para su madre, Hillary.
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Hoy Chelsea volverá a subir a los escenarios de la mano de su madre, a quien ayudó para que se convirtiera en el 2000 en la primera mujer senadora por Nueva York y a quien considera 'la persona mejor preparada' para la Presidencia de Estados Unidos, según ha dicho durante esta campaña.
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Nacida el 27 de febrero de 1980 en Little Rock, Arkansas, Chelsea ha sido desde el principio de su existencia lo más importante para sus atareados padres y muchos han querido ver en la única hija de los Clinton a una futura presidenta, aunque Chelsea prefiere el trabajo humanitario de la fundación familiar.
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En 2011 Chelsea empezó a desempeñar un papel importante en la fundación, creada en 1997 y que en 2013 cambió el nombre de Fundación Clinton a Fundación de Bill, Hillary y Chelsea Clinton, en donde la hija presidencial ha emprendido numerosas iniciativas para mejorar la vida de las mujeres en diferentes partes del mundo.
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Con un doctorado en relaciones internacionales de la británica Universidad de Oxford, Chelsea Clinton vive en Nueva York, está casada con Marc Mezvinsky, su amigo de la adolescencia e inversor financiero, y tienen dos hijos: Charlotte nacida en septiembre de 2014 y Aidan Clinton, que tiene poco más de un mes.
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No siempre fue fácil ser una adolescente en la Casa Blanca, pero sin duda uno de los momentos más duros llegó en 1998, cuando se destapó que su padre había mantenido un romance con Monica Lewinsky. Chelsea corrió al auxilio de sus padres y se tomó con ellos unas fotos en las que se ve al matrimonio paseando por los jardines de la Casa Blanca y a ella, en el medio, agarrando las manos de sus padres y manteniéndoles juntos, literal y figuradamente.
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Descrita como un 'guía espiritual' por su personalidad pausada y trabajadora, Chelsea Clinton ha jugado en esta campaña presidencial un papel fundamental para endulzar la imagen de su madre, que ha conseguido sacar su lado humano y retratarse como una 'abuelita' gracias a sus dos pequeños nietos.
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En caso de que Hillary gane la presidencia, Chelsea no quiere saber nada de la Casa Blanca aunque sabe que su destino ya está unido a ese edificio.
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Chelsea mantiene una amistad desde hace varios años con Ivanka Trump. Este jueves afirmó en una entrevista que su relación sigue igual y que la hija del magnate 'no siempre podrá defender a su padre'.
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Ahora, Chelsea repetirá el papel de Ivanka el jueves pasado, al presentar a su madre para su noche histórica.