El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha realizado un recorrido por las ciudades más afectadas tras el devastador terremoto de magnitud 7,8 que estremeció el país el pasado sábado dejando una estela de muerte y destrucción.
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Miles de personas reciben asistencia tras perder sus hogares. La ayuda humanitaria comienza a llegar por toneladas a Quito desde donde se distribuye hacia las poblaciones más afectadas.
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Correa estima que se necesitarán más de 3,000 millones de dólares para las labores de reconstrucción.
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Los supervivientes son marcados con un número, mientras realizan una interminable fila para recibir víveres, agua y ropa.
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Semidestruido, así quedó el puerto de Manta, uno de los más importantes de Ecuador, tras el terremoto.
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Socorristas de varios países viajaron a Ecuador para ayudar en las labores de rescate.
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Voluntarios de la Cruz Roja ecuatoriana prestan ayuda psicológica, primeros auxilios y asistencia humanitaria a las personas afectadas por el potente sismo.
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El presidente ecuatoriano escucha las necesidades de los pobladores y busca solucionar las más inmediatas.
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Dos personas damnificadas leen un periódico local.