Megan Rapinoe, la capitana del 'Team USA' que acaparó la atención mediática a inicios del Mundial de Fútbol al declarar que no iría a la 'p... Casa Blanca' para festejar el título, ratificó su rechazo a las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, convirtiéndose en su nueva adversaria.
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La jugadora nacida en Redding (norte de California) fue tachada de arrogante junto a su equipo durante su participación en el Mundial de Francia, en el que marcó seis goles, por sus desenfrenados festejos.
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La capitana convenció a varias de sus compañeras para rechazar una posible invitación a la Casa Blanca tras coronarse como las campeonas del mundo.
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'No creo que nadie en el equipo tenga interés en prestar la plataforma (mediática) por la que hemos trabajado tan duro y las cosas por las que luchamos y la forma en que vivimos nuestra vida. No creo que queramos que eso sea corrompido por esta administración', dijo Rapinoe en declaraciones a la cadena CNN.
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La delantera estadounidense y el magnate protagonizaron un encontronazo en Twitter luego de que Trump la mandara a 'ganar' el torneo antes de hablar sobre una posible invitación a Washington D.C.
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Megan, una de las varias jugadoras lesbianas del equipo, también apuntó al célebre eslogan 'Make America Great Again (Devolver la grandeza a Estados Unidos)' de Trump, diciendo que el presidente está mirando hacia un pasado que 'no fue bueno para todos'.
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'Yo diría que su mensaje está excluyendo a las personas. Me está excluyendo. Está excluyendo a las personas que se parecen a mí', dijo Rapinoe. En la imagen aparece con su pareja, Sue Bird, jugadora de baloncesto de EEUU.
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Rapinoe se convirtió en una activista por los derechos LGTBI y en un ícono de esta comunidad tras oficializar su romance hace varios años.
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Rapinoe también tildó al mandatario estadounidense de racista. La futbolista causó una gran polémica en EEUU al arrodillarse durante el himno en rechazo a la violencia racial mostrando su respaldo a otras polémicas figuras del deporte que se unieron a este movimiento iniciado por el jugador de fútbol americano, Colin Kaepernick.
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La delantera del Seattle Reign también defiende con vehemencia otras cosas como las diferencias de trato en los salarios en el fútbol masculino y femenino.
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'Todas las jugadoras en este Mundial han dado el mayor espectáculo. Ahora la conversación nos tiene que llevar al siguiente nivel. ¿Qué viene ahora? ¿Cómo van a apoyarnos? Las mujeres, en todo el mundo, queremos continuar adelante', expuso la mejor jugadora del mundial.
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Megan criticó a la FIFA por la inequidad en los premios entre el Mundial masculino y el femenino. A los hombres se les repartió 400 millones de dólares, mientras que al de las mujeres únicamente 30 millones. 'Ciertamente no es justo', afirmó la jugadora estadounidense.
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A sus 34 años y con su cuarto mundial a cuestas Megan se llevó además la Bota de Oro de máxima goleadora, y demostró que está dispuesta a seguir revolucionando desde su plataforma.