Los residentes del sur de California se preparan para el denominado 'The Big One', un mega terremoto en la falla de San Andrés que podría devastar gran parte del Estado Dorado, según han vaticinado varios expertos en los últimos años.
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La alarma aumentó en los condados y ciudades que rodean Los Ángeles, tras los dos fuertes terremotos registrados la semana pasada en esa región.
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El terremoto del viernes pasado causó severos daños en algunas comunidades del sur del Estado. Las autoridades exhortaron a los residentes a estar listos después de años de una especie de 'sequía sísmica' con nada por encima de magnitud 6 desde principios de 2010.
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Tras los dos sismos, la sismóloga de Caltech Lucy Jones advirtió que había 10% de probabilidad de que un nuevo sismo de magnitud 7 o más golpeara de nuevo esta semana.
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Residentes de la comunidad de Trona, California, decidieron abandonar sus hogares, dañados por el fuerte sismo del viernes, por temor a que colapsen ante un nuevo terremoto.
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Estos temblores son un 'buen recordatorio' de que hay que prepararse para un fenómeno mayor, advirtió John Bwarie, presidente de la firma Stratiscope, que trabaja en educar a comunidades sobre estos temas.
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En Los Ángeles, los ciudadanos comenzaron a preparar un kit de emergencia con focos, baterias, agua y comida enlatada.
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Las autoridades de la ciudad han dado prioridad a la preparación sísmica, sobre todo después de que en 1994 el terremoto Northridge matara a 54 personas.
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Las tiendas que venden 'productos de supervivencia' se quedaron rápidamente vacías tras los sismos que sacudieron la región la semana pasada.
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Otros residentes han optado por congregarse en las iglesias para pedir protección divina ante estos fenómenos.
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Los sismos de la semana pasada provocaron varias grietas en carreteras y regiones aledañas a Los Ángeles.
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Los expertos señalaron que los sismos se registraron en una falla que no está directamente conectada a la gigantesca de San Andrés, pero advirtieron que estos terremotos enviaron un mensaje a los angelinos: estén listos.