En Nueva York la conocían como Anna Delvey, heredera alemana de una fortuna valorada en 67 millones de dólares. Su nombre real es Anna Sorokin, su origen ruso y ahora enfrenta un sentencia de 15 años en prisión por estafar a varios millonarios neoyorquinos.
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La influencer 'estafadora' vivió por varios meses en hoteles cinco estrellas, vistió exclusivos diseños de marcas de alta costura y viajó en aviones privados. La historia de la falsa heredera es tan fascinante que será relatada en series por Netflix y HBO.
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Sorokin es en realidad hija de un exchofer de camiones ruso que se mudó a Alemania cuando tenía 16 años.
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La joven llegó a Nueva York intentando conseguir un préstamo de 22 millones de dólares para financiar un club privado en Manhattan que albergaría una colección de arte, bar y discoteca.
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Con sus astutas mentiras y una inaudita confianza en sí misma, esta joven millennial engañó a celebridades, banqueros, artistas y amigos durante casi un año, entre 2016 y 2017.
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De rostro angelical, Sorokin, que frecuentaba a la crema y nata neoyorquina y solía vestir ropa de Balenciaga y Alaïa, fue encarcelada hace un año y medio en la infame prisión de Rikers Island, acusada de 10 delitos que incluyen el robo de 275,000 dólares a través de múltiples fraudes.
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Inclusive invitó a su ex mejor amiga, la editora de fotos de la revista Vanity Fair Rachel Williams, a una villa en Marrakech de 7,000 dólares la noche. Ofreció pagarle todo, pero luego le hizo pagar la cuenta entera: 62,000 dólares, más que el salario anual de la fotógrafa, que nunca devolvió.
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La fiscal Catherine McCaw pidió al jurado que declare a Sorokin culpable y recordó que ésta contó 'mentira tras mentira' con el fin de cometer crímenes: falsificó estados de cuenta y transferencias bancarias, documentos de identidad y hasta inventó a dos supuestos contadores.
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Sorokin gozaba de una vida de lujos con préstamos de sus amistades, a quienes afirmaba que les reembolsaría el dinero una vez que superara los 'obstáculos burocráticos' que no le permitían mover su fortuna de Europa a EEUU.
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La joven llegó a alquilar un jet privado con un cheque sin fondos, llegando a adeudar 35,000 dólares.
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Foto: La Prensa
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Según el abogado defensor, Todd Spodek, Anna nunca tuvo la intención de estafar a nadie. Él afirma que Sorokin solamente intentaba ganar tiempo hasta poder poner en marcha un negocio exitoso para pagar todas sus deudas.
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Sorokin se ha negado a usar 'ropa inapropiada' para el juicio en su contra, y este martes llegó a la corte con un vestido corto de encaje blanco y zapatos negros de altos tacones.
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Si la joven es hallada culpable, puede ser sentenciada a hasta 15 años de cárcel.