En la imagen, una hondureña emprendedora realiza una labor inusual: la albañilería, trabajo que es desempeñado en su mayoría por hombres. Estamos seguros que la familia de esta competitiva mujer se siente orgullosa de ella; y sin reparo alguno, también merece el respeto y la admiración de los demás.
Las imágenes de esta galería fueron tomadas por el artista gráfico, Andro Rodríguez.
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Diferente a la anterior, pero con el mismo orgullo, esta otra hondureña disfruta de su trabajo, vender frutas y verduras.
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Justo cuando este hondureño se dirigía a ordeñar vacas, se percató de la irrupción de la cámara y decidió saludarnos.
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Después de pescar, no hay nada mejor como tirarse a descansar sobre una hamaca.
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Este humilde abuelo disfruta la tarde mientras come un delicioso mango.
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Una hermosa imagen del antiguo pueblo minero de San Antonio de Oriente en el departamento de Francisco Morazán.
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Lo hermoso de nuestros pueblos; a plena tarde, esta humilde hondureña lava la ropa en compañía de un fuerte sol,el cual no la detiene.
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En Intibucá, este duo de hondureñas tiene un negocio en el que venden deliciosos platillos. ¿A alguien se le antoja?
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Para esta sencilla y valiente mujer, el estar en una silla de ruedas no es obstáculo; allí, a su lado izquierdo, tiene su negocio: una pequeña y humilde chiclera con la que se gana la vida de manera digna.
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Foto: La Prensa
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La labores del campo: este respetuoso campesino carga la leña que probablemente servirá para preparar el almuerzo, o quizá, la cena.
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Este laborioso abuelo repara su red de pescar.
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En esta imagen, las alegres y coloridas mujeres garífunas sonríen a la cámara.
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Imagen precisa: el can y la mototaxi van a la misma velocidad.
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Mientras los niños disfrutaban de juegos entre sí, un perro decidió ver el lente de la cámara.
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En uno de los parques de Tegucigalpa, un joven muestra la destreza que tiene con su patineta.