El mal nunca descansa y los héroes tampoco. En el mes que conmemora el nacimiento de la leyenda de Batman, el Caballero Oscuro, hacemos un recorrido por ocho décadas como vigilante de la noche.
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La historieta Detective Comics No. 27 vio la primera aparición del Caballero de la Noche, obra del dibujante Bob Kane y del escritor Bill Finger. La historieta, publicada por DC Comics (en aquel tiempo National Allied Publications) con fecha de portada de mayo de 1939, salio a la venta el 30 de marzo del mismo año.
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Desde sus primeras apariciones a finales de los años 30, el traje y la apariencia de Batman fueron establecidos con relativa rapidez, pero eso no quiere decir que no haya habido algunos cambios con el paso de los años.
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Ya en los años 40 se vieron los primeros cambios. La capa con forma de alas de murciélago, la silueta en su pecho y su cinturón utilitario amarillo son elementos clásicos. Otros, como el uso del color con tonalidades negras o azules comenzó a ser utilizado ya desde esta época, y las puntas que sobresalen de su máscara es uno de los elementos que más ha cambiado a lo largo de estas ocho décadas, haciéndose más largas o más cortas según la época. En el plano moral, el personaje no tenía reparos en usar cualquier medio a su alcance (incluso el asesinato) para detener a un criminal. El Batman de los primeros años estaba más preocupado por el resultado que por los medios para alcanzarlo. Pero eso estaba a punto de cambiar.
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Los años 40 fueron un período crucial durante el cual quedó establecida la mitología del personaje: Se reveló que su identidad secreta era Bruce Wayne (Bruno Díaz, en algunas versiones al español) un millonario filántropo y algo mujeriego. Su motivación para convertirse en justiciero se debe a su sed por vengar la muerte de sus padres, asesinados por un criminal. Temprano en su historia se decidió darle un compañero, un jovencito llamado Robin, el Joven Maravilla. Esto ayudó a darle una imagen más amigable y a alejarlo de aquel justiciero sanguinario de las primeras historias.
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Batman fue uno de los pocos superhéroes que sobrevivieron a las numerosas cancelaciones de historietas que tuvieron lugar en los años 50, una época muy dura para los comics, que registraron los niveles de popularidad más bajos hasta entonces. Pero para sobrevivir, se vio necesario hacer algunos cambios, los que se quedarían con el personaje por muchos años, gracias a las estrictas regulaciones adoptadas en la época, contenidas en el 'Comics Code' (Código de los Comics) que obligó a las editoriales a crear personajes que fuesen apropiados para los jóvenes lectores.
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Quizá influenciado por la recordada serie de televisión de los años 60, el Batman de esa época redujo considerablemente su aspecto siniestro. Desapareció el color negro como tono dominante en su traje, se redujo el tamaño de las puntas de su máscara y el símbolo del murciélago fue rodeado por un llamativo óvalo de brillante color amarillo. Este estilo, denominado 'campy' en inglés, fue la etapa más 'apta para todo público' del personaje.
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Los años 70 vieron los primeros intentos de devolverle algo de seriedad al personaje y convertirlo en un héroe de acción, si bien la paleta de colores se mantuvo sin grandes cambios y también se mantuvieron muchos de los detalles creados durante la década anterior.
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El Batman de los 80 es una continuación del proceso iniciado en la década anterior, incorporando pequeños cambios de diseño que grabarían al personaje en su apariencia más clásica. Este Batman era un héroe más sombrío, pero disfrazado con un traje de brillantes colores. Serviría como un anticipo para lo que vendría después.
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Los años 90 marcaron un punto de viraje en la evolución del personaje. Nuevamente influenciado por los medios audiovisuales, como la exitosa película de 1989, a la que siguió la memorable serie animada de 1992. Batman volvió a usar el negro como color dominante, adquiriendo una madurez que no había tenido en años, un período denominado 'sombrío y descarnado' (grim and gritty, en inglés). Este Batman era más para adultos que para niños.
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Con la llegada del nuevo milenio, el personaje fue redefiniendo su parámetros. Escritores y artistas tratan de presentarlo como una figura más heróica y menos oscura, si bien esto no supuso un regreso a los brillantes colores de las décadas precedentes.
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Los últimos años han visto al personaje modernizar su apariencia. Entre los cambios más notables figura la desaparición de los pantaloncillos cortos, que venía usando desde los años 30. Algunos detalles, como el óvalo amarillo alrededor del símbolo del murciélago han hecho reapariciones ocasionales. Su figura ha evolucionado hasta convertirse en el mejor detective del mundo, quizá un poco paranóico por momentos, pero siempre preparado para enfrentar el mal.
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DC Comics, su casa editora, develó hace poco el logo oficial para conmemorar el 80 aniversario del personaje. Reflexionando sobre sus ocho décadas de existencia, hay que mencionar que, irónicamente, su debilidad es su mayor fortaleza, pues el hecho de ser un héroe sin superpoderes hace que muchos fans se identifiquen con él. Aunque cuenta con recursos abundantes y la ayuda de sofisticados equipos tecnológicos, sus principales armas en la lucha contra el mal son su valor, astucia, determinación, intelecto y una insaciable sed de justicia.