No es preciso que llegue Halloween para llenar cada esquina de la casa de calabazas, calaveras y detalles que tengan que ver con la noche más terrorífica del año.
Las tendencias en decoración marcan un antes y un después, y el negro o el naranja, los tonos estrella de esa noche, forman parte de la decoración habitual de salones y dormitorios.
Cabeceros, alfombras, mobiliario e incluso cortinas son algunos de los destinos con los que esta paleta de color imprime calidez al ambiente.
Antonio García, decorador de la firma de muebles y complementos para el hogar Vical Home, plantea para esta temporada atmósferas cargadas de negro, donde el elemento lúgubre está muy lejos de su intención creativa que abre espacio a ambientes cargados de sofisticación.
El negro, el dueño del espacio
“Es una tendencia muy marcada. El negro se adueña del hogar. No es ni moderno ni colonial, pero la mezcla de piezas diferentes convierten las estancias en lugares intemporales”, comenta Antonio García.
 Mueble negro con cojines de calaberas.
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Alfombras con dibujos geométricos en blanco y negro sobre las que un chester de terciopelo negro con respaldo en capitoné pone el límite a su extensión. Sobre él un acogedor cojín de raso sobre el que recostarse con comodidad a pesar de su estampado de calaveras negras plateadas.
 Tiradores con forma de calabera.
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Blanco para iluminar el terror
De sillones de un blanco inmaculado, butacas auxiliares o mesitas se despliegan, para sostenerlos, resplandecientes patas negras lacadas que brillan tanto como el blanco.
”Negro y blanco nunca van a pasar de moda, porque van con todo tipo de muebles”
“Negro y blanco nunca van a pasar de moda, porque van con todo tipo de muebles”, comenta García, que para el comedor apuesta por un aparador negro en piel de cocodrilo con unos curiosos tiradores con forma de calavera y cuerpo de gusano en alpaca.
En un rincón, sobre una mesa auxiliar, una coctelera también con serigrafías de calaveras marca el mejor momento de una noche que invita a disfrutar después de la cena.
Toda una apuesta de futuro para algo más que una noche mágica.
EFE
